Introducción
El análisis de la evolución económica se ha realizado tradicionalmente por separado de la evolución demográfica. Sin embargo, a finales del siglo pasado, un influyente trabajo de Bloom and Williamson (1998) introdujo el término "dividendo demográfico", refiriéndose a la interacción entre la composición por edades de la población y el crecimiento económico. La transición demográfica que están experimentando los países desarrollados, desde sociedades con altas tasas de natalidad y mortalidad hasta sociedades con una alta esperanza de vida y tasas de natalidad muy bajas, está cambiando las pirámides demográficas de esos Estados. Portugal es uno de los países de Europa con la tasa de fecundidad más baja (1,36 hijos por mujer en 2016). Al igual que en otros países del sur de Europa, esto ha provocado un envejecimiento acelerado de su población y un rápido crecimiento de la proporción de adultos mayores. En 1960, sólo el 8% de la población tenía más de 65 años, pero este porcentaje ha aumentado a más del 20% en 2016. El envejecimiento de la población pone freno al sistema de bienestar, ya que implica un aumento de los gastos en pensiones y asistencia sanitaria. El gráfico 1 muestra la evolución desde 1950 y las proyecciones hasta 2100 de ambas variables para Portugal: la tasa de natalidad (número de hijos por mujer) y la esperanza media de vida al nacer. Las previsiones indican que la tasa de fertilidad se mantendrá en niveles mínimos y lejos de la tasa de sustitución de la población, mientras que la esperanza de vida seguirá creciendo y superando con creces la media europea. Resultados similares se encuentran en la estimación del INE (Instituto Nacional de Estadística) realizada en 2008, que preveía que en 2060 la esperanza de vida al nacer en Portugal sería de unos 89 años para las mujeres y 83 para los hombres.
Figura 1 - Tasa de fecundidad y esperanza de vida al nacer en Portugal, 1950-2100
Fuente: UN Population Prospects 2018, https://population.un.org/wpp/Por lo tanto, tanto la evolución demográfica pasada como las proyecciones futuras conducen inevitablemente a un cambio radical en la estructura de edad de la población. Las pirámides de la Figura 2 apoyan esta afirmación.
Figura 2 – Pirámides de población en Portugal, 1950-2100
Fuente: UN Population Prospects 2018, https://population.un.org/wpp/Este proyecto pretende realizar un análisis histórico de cómo la evolución demográfica ha interactuado con el desarrollo económico. En particular, nuestro interés es estudiar la creación y evolución del estado de bienestar, y cómo las diferentes políticas sociales han evolucionado e interactuado con el papel de las familias en las transferencias intergeneracionales. El ciclo de vida de las personas implica que, si bien necesitan consumir siempre una cantidad básica de bienes a lo largo de su vida, son capaces de generar los recursos necesarios para ello sólo durante ciertas edades (normalmente durante la edad laboral). Por el contrario, en la infancia y en la jubilación, las personas necesitan algún tipo de apoyo financiero, ya sea de la familia o del Estado, para cubrir sus necesidades. En el caso de las personas mayores, existe la posibilidad teórica de recurrir a reasignaciones intertemporales de ingresos, lo que significa que se induce a las personas a ahorrar mientras trabajan y a consumir durante la vejez. Hoy en día, las transferencias privadas fluyen principalmente de padres a hijos, mientras que las transferencias públicas fluyen principalmente hacia la población de más edad. Las políticas de bienestar tienen un importante componente de edad: las pensiones y la asistencia sanitaria se dirigen principalmente a las personas mayores, mientras que la educación beneficia a los más jóvenes. Por lo tanto, un cambio en las pirámides de población tendrá efectos importantes en la estabilidad financiera del estado.
Nuestro objetivo es ver cómo se ha desarrollado históricamente el estado de bienestar en Portugal y cómo ha interactuado con el cambio demográfico. Luego sacar conclusiones que puedan ser útiles para diseñar políticas que nos permitan afrontar el envejecimiento con garantías.
Metodología: Cuentas Nacionales de Transferencia (NTA)
La metodología que se utilizará en nuestro análisis histórico emplea las llamadas Cuentas Nacionales de Transferencias (NTA, por sus siglas en inglés). El enfoque se desarrolló a principios de la década de 2000 a raíz de un proyecto internacional dirigido por la Universidad de Berkeley y la Universidad de Hawaii. Actualmente, más de cuarenta países de todo el mundo participan en este proyecto (ver Figura 3). La metodología para estimar las NAT ha sido aprobada y publicada en un manual por las Naciones Unidas (División de Población).
Figura 3 – Mapa de países participantes en el proyecto NTA en 2018
La NAT consiste en estimar para cada momento del tiempo y para una economía determinada (por ahora, el análisis sólo lo realizan los países) todos los flujos de recursos que se producen entre los distintos grupos de edad de las generaciones que están vivas. Las NATs no sólo proporcionan perfiles de consumo e ingresos laborales, sino también perfiles de todas las variables en las que pueden descomponerse, así como de los diferentes mecanismos de financiación del consumo de diferentes edades. Así, los perfiles se construyen teniendo en cuenta las transferencias privadas (tanto interhogares como intrafamiliares) y las transferencias públicas (todos los impuestos, las cotizaciones sociales y todos los gastos públicos) por edad. Por otro lado, las reasignaciones basadas en activos son intertemporales ya que representan recursos que se acumulan en un período de tiempo (a cierta edad) para ser utilizados en edades posteriores (Mason & Lee, 2011). Las reasignaciones de activos, a falta de la información estadística adecuada necesaria para estimarlas directamente, se obtienen utilizando la ecuación básica de la NAT. El marco de la NTA se rige por una identidad contable, que establece que las entradas a cualquier edad equivalen a las salidas a cualquier edad (Istenič, T., et al., 2016). Se obtienen todos los perfiles primero per cápita y luego a nivel agregado, multiplicando cada perfil por la población de cada grupo de edad. Los agregados deben coincidir con los proporcionados por la cuenta nacional de cada país, de modo que las NAT sean coherentes con las cuentas nacionales.
Figura 4 – Perfiles por edad del ingreso laboral y consumo per cápita de EE.UU. y Corea, 2003 (en $PPP)
Fuente: National Transfer Accounts Project, www.ntaccounts.orgEn la Figura 4 se muestran los perfiles de ingresos y consumo laboral de Estados Unidos y Corea, obtenidos en ambos casos para el año 2003. Como se puede observar, mientras que los ingresos laborales se concentran claramente en las edades activas, el consumo se mantiene mucho más estable a lo largo de la vida, aunque existen diferencias apreciables entre ambos países. Mientras que el consumo en los EE.UU. muestra un crecimiento constante hasta edades avanzadas, en Corea experimenta un ligero descenso. Las características del estado de bienestar tienen mucho que ver con esta característica del perfil.
El crecimiento del consumo en edades avanzadas también se observa en países como Suecia, Finlandia y Alemania, y se explica principalmente por el fuerte gasto público en asistencia sanitaria para las personas mayores. Por el contrario, en otros países europeos como Austria, Francia o España, no se observa este crecimiento.
En la Figura 5 se muestran los niveles de transferencias públicas y privadas en la reasignación de ingresos entre generaciones. En el caso de los Estados Unidos, los niños reciben transferencias privadas, pero también una cantidad significativa de transferencias públicas, principalmente en forma de gasto educativo y asistencia familiar. Por otro lado, en el caso de las personas mayores, las transferencias públicas son mucho mayores (dado el peso de las pensiones y la salud), mientras que las transferencias privadas tienen un signo negativo, lo que indica que las personas mayores transfieren recursos a personas más jóvenes, y no al revés. En cuanto a las edades centrales, entre los 22-23 años y los 62-63 años, las personas transfieren recursos al sector público o a otros miembros de sus familias. En cuanto a Corea, la situación es ligeramente diferente porque el papel de las transferencias públicas es mucho menor. Como se puede observar, los niños y los ancianos reciben recursos de las transferencias públicas, pero su magnitud es menor que la que reciben a través de las transferencias privadas dentro de sus propias familias.
Figura 5. Perfiles por edad de transferencias públicas netas (TG) y transferencias privadas netas (TF) per cápita en EE.UU. y Corea, 2003 (en $PPP)
Fuente: National Transfer Accounts Project, www.ntaccounts.orgTransferencias intergeneracionales en Portugal
En cuanto al caso específico portugués, algunos estudios anteriores ya señalaban la pertinencia del tema. Albuquerque (2014) mide y compara las transferencias privadas intergeneracionales de Portugal con otros países europeos (especialmente los del sur de Europa). El estudio indica que Portugal presenta un perfil de baja probabilidad de que existan transferencias privadas entre padres e hijos. La investigación también observa que el principal factor decisivo con respecto a las transferencias privadas de niños a padres es la "necesidad", expresada por las limitaciones físicas y los arreglos de vida, en lugar de las condiciones de ingresos o riqueza. Estos resultados sugieren, por ejemplo, que no debemos vincular automáticamente el vivir solos con la ausencia de apoyo familiar. Además, hay algunas pruebas de la complementariedad entre las transferencias financieras y las transferencias temporales: los padres que tienen más probabilidades de transferir (o recibir) una forma de transferencia, también tienen más probabilidades de transferir (o recibir) la otra forma. Además, los que reciben un tipo de transferencia son más propensos a darla.
Tiefensee & Westermeier (2016) llegan a resultados similares. Afirman que, en los países europeos centrales, la probabilidad de recibir una transferencia de riqueza aumenta con los ingresos del hogar. Sin embargo, en los países mediterráneos no se observa esta misma tendencia en la distribución de la renta. Por ejemplo, en Portugal, el 25% de la variación de las transferencias recibidas varía independientemente de los ingresos. Se calcula que en Portugal la proporción de hogares que recibieron al menos una transferencia de riqueza es la más baja (27%) dentro de los países europeos, mientras que la más alta se observa en Alemania Occidental (38%) y Francia (aproximadamente 40%).
Además, el proyecto AGENTA, financiado por la UE, tenía por objeto estudiar los medios por los que los niños y las personas de edad avanzada recaudan recursos de la población en edad de trabajar. También se ha basado en la metodología de las Cuentas Nacionales de Transferencia (NTA) para desarrollar análisis para el caso portugués.
Figura 6 – Perfiles por edad de la renta del trabajo (YL) y consumo per cápita (CF) de Portugal, 2010 (en euros)
Fuente: European National Transfer Accounts, http://www.wittgensteincentre.org/ntadataComo se muestra en las Figuras 6 y 7, las estimaciones de AGENTA muestran tendencias para Portugal similares a las de EE.UU. y Corea con respecto al papel de las transferencias públicas y privadas en la reasignación de ingresos entre generaciones. En cuanto a los perfiles de ingreso y consumo laboral, las tendencias son más similares al caso coreano, comparando la Figura 6 con la Figura 4.
Figura 7: Perfiles por edad de las transferencias públicas netas (TG) y de las transferencias privadas netas (TF) per cápita de Portugal, 2010 (en euros)
Fuente: European National Transfer Accounts, http://www.wittgensteincentre.org/ntadataFinalmente, Pinheiro (2018) también recurre a la contabilidad generacional y la aplica para Portugal, comparando los resultados con los descritos para el caso portugués en "Generational Accounting around the World" de Alan J. Auerbach, Laurence J. Kotlikoff y Willi Leibfritz, publicado en 1999. Se observa que, aunque la forma de las cuentas generacionales globales sigue siendo la misma, se produce un aumento del valor global de las cuentas, lo que refleja el aumento del peso del gobierno en la economía, pero, lo que es más importante, se produce un gran aumento de la carga fiscal para las generaciones futuras.
Los ejemplos esbozados aquí son sólo una muestra de toda la información proporcionada por la NTA, que parece ser una herramienta muy valiosa dado que introduce el componente de edad en los datos. Esto permite un análisis mucho más detallado de cómo interactúan la composición por edades de la población y las variables macroeconómicas.
Objetivo del proyecto
El objetivo principal de este proyecto es el estudio de las transferencias entre generaciones en Portugal y su evolución durante la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. Las transferencias intergeneracionales se producen porque hay etapas de la vida en las que los individuos consumen más de lo que producen (infancia y vejez) y necesitan flujos de efectivo de los grupos en edad productiva para mantener su bienestar. Estos flujos son sostenidos por los gobiernos (transferencias públicas como impuestos o pensiones), las familias (consumo privado, educación privada, vivienda, etc.), o a través de los mercados de capitales (ahorro, pago de intereses de un préstamo). La distribución de los recursos entre cada etapa dependerá en gran medida de las cuestiones políticas e institucionales, pero también de los cambios en la estructura demográfica a lo largo del tiempo. Por esta razón, este proyecto pretende estimar los perfiles de transferencia para diferentes períodos de la vida con el fin de analizar cómo sus cambios en el tiempo interactúan con los factores demográficos en el contexto político y económico. En Portugal, este tipo de análisis es especialmente interesante dado el envejecimiento de la población, y es posible observar, a largo plazo, cómo los diferentes cambios políticos influyeron en la distribución de los recursos de los diferentes grupos de edad. De este análisis, se pueden extraer lecciones valiosas para comprender los determinantes del bienestar de los individuos, especialmente los que dependen de otros grupos de edad. El análisis también es útil para estudiar la sostenibilidad del estado de bienestar en diferentes situaciones económicas y cómo las políticas públicas pueden responder a los desafíos demográficos.
Referencias
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