Imagina, por un momento, que no tienes certificado de nacimiento y que tu edad se basa simplemente en cómo te sientes por dentro. ¿Cuántos años dirías que tienes?
Al igual que tu estatura o tu talla de zapatos, el número de años que han pasado desde que entraste por primera vez al mundo es un hecho que no se puede cambiar. Pero la experiencia diaria sugiere que a menudo no experimentamos el envejecimiento de la misma manera, ya que muchas personas se sienten mayores o más jóvenes de lo que realmente son.
Los científicos están cada vez más interesados en esta calidad. Están descubriendo que su "edad subjetiva" puede ser esencial para comprender las razones por las que algunas personas parecen florecer a medida que envejecen, mientras que otras se desvanecen. "La medida en que los adultos mayores se sientan mucho más jóvenes de lo que son puede determinar decisiones importantes en la vida diaria o en la vida para lo que harán a continuación", dice Brian Nosek, de la Universidad de Virginia.
Su importancia no termina ahí. Varios estudios han demostrado que su edad subjetiva también puede predecir varios resultados de salud importantes, incluyendo el riesgo de muerte.
Dados estos resultados, muchos investigadores están tratando de desentrañar los numerosos factores biológicos, psicológicos y sociales que conforman la experiencia individual del envejecimiento, y cómo este conocimiento podría ayudarnos a vivir vidas más largas y saludables.
Sentirse más joven parece venir con un menor riesgo de depresión y mayor bienestar mental a medida que envejecemos. También significa una mejor salud física y menos posibilidades de ser hospitalizado por enfermedad.
Hay muchas razones por las que la edad subjetiva nos dice tanto sobre nuestra salud. Puede ser un resultado directo de los cambios de personalidad que lo acompañan, con una edad subjetiva más baja que significa que disfrutas de una mayor variedad de actividades (como viajar o aprender un nuevo pasatiempo) a medida que envejeces.
Pero el mecanismo que vincula el bienestar físico y mental con la edad subjetiva casi con toda seguridad actúa en ambas direcciones. Si te sientes deprimido, olvidadizo y físicamente vulnerable, es probable que te sientas mayor. El resultado podría ser un círculo vicioso, con factores psicológicos y fisiológicos que contribuyen a una edad subjetiva más elevada y a una peor salud, lo que nos hace sentir aún más mayores y vulnerables.
Con esto en mente, muchos científicos están tratando de identificar los factores sociales y psicológicos que pueden dar forma a este complejo proceso. ¿Cuándo empezamos a sentir que nuestras mentes y cuerpos están operando en diferentes escalas de tiempo? ¿Y por qué sucede esto?
Desde la Universidad de Virginia se ha investigado las formas en que la discrepancia entre la edad subjetiva y la cronológica evoluciona a lo largo de la vida. Como es de esperar, la mayoría de los niños y adolescentes se sienten mayores de lo que realmente son. Pero esto cambia alrededor de los 25 años, cuando la edad del fieltro cae por detrás de la edad cronológica. A los 30 años, alrededor del 70% de las personas se sienten más jóvenes de lo que realmente son. Y esta discrepancia sólo crece con el tiempo.
Algunos psicólogos han especulado que una edad subjetiva más baja es una forma de autodefensa, protegiéndonos de los estereotipos de la edad negativa - como se ve en un estudio matizado realizado por Anna Kornadt en la Universidad de Bielefeld en Alemania.
Al protegernos de la sombría visión de nuestra sociedad sobre el envejecimiento y ofrecernos una visión más optimista de nuestro futuro, esta autodefensa podría, a su vez, explicar mejor algunos de los beneficios para la salud de sentirse más joven de lo que realmente se es.
A pesar de estos avances, los científicos sólo están empezando a comprender sus posibles implicaciones, aunque es posible que las intervenciones futuras intenten reducir la edad subjetiva de los participantes y mejorar su salud como resultado de ello. En uno de los pocos estudios existentes, los participantes de edad avanzada en un régimen de acondicionamiento físico disfrutaron de mayores ganancias de fuerza si los experimentadores elogiaban su desempeño en relación con otras personas de su edad.
Y dado su poder predictivo, más allá de nuestra edad cronológica actual, Nosek cree que los médicos deberían preguntar a todos sus pacientes acerca de su edad subjetiva para identificar a las personas que están en mayor riesgo de problemas de salud futuros y planificar su atención médica existente de manera más efectiva.
Mientras tanto, estos hallazgos pueden darnos una visión más matizada de la forma en que nuestros propios cerebros y cuerpos capean el paso del tiempo. Por muy mayor que seas, vale la pena preguntarse si alguna de esas limitaciones viene de dentro.