Con una simple muestra de sangre empieza todo. Sí, uno de esos pequeños tubos de ensayo que se utilizan para realizar gran cantidad de pruebas médicas rutinarias. Luego hay que tener en cuenta algunos parámetros como la dieta, el ejercicio, las exposiciones ambientales... Todo ello bien mezclado en un cóctel de datos que van a ser analizados por las nuevas inteligencias artificiales (IA) que se están desarrollando con rapidez y ¡voilà! Un reloj de envejecimiento suficientemente desarrollado como para predecir si una persona va a tener una vida larga y saludable.
La IA desarrollada por el Centro de Envejecimiento Saludable de la Universidad de Copenhague puede revelar, según apuntan los investigadores en un estudio publicado en la revista The Journals of Gerontology, si los cambios en el estilo de vida y los medicamentos pueden aumentar sus posibilidades de vivir.
”Históricamente, se ha gastado una gran cantidad de dinero tratando de identificar biomarcadores del envejecimiento y, en general, todos los intentos han fallado. Pero al utilizar estos grandes conjuntos de datos complejos que contienen una serie de parámetros que interactúan, podemos crear una imagen bastante precisa de la edad biológica de una persona “, afirma el doctor Morten Scheibye-Knudsen.
Los programas desarrollados -a los que han llamado Aging.AI- ayudan a determinar si la edad corporal de un individuo corresponde con su edad real, además de determinar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el envejecimiento. “Si el algoritmo descubre que es más joven que la edad que muestra su DNI, entonces tiene mayores posibilidades de vivir una vida larga”, según apunta el estudio.
Scheibye-Knudsen y su equipo han colaborado con científicos de Estados Unidos, Corea del Sur y Canadá para desarrollar un algoritmo capaz de determinar la edad -”bastante cercana a la real”- de una persona basándose en una muestra de sangre estándar, de las que pide cualquier médico de cabecera y se hacen a decenas cada mañana en los hospitales o CAP.
”La inteligencia artificial es tan buena para predecir tu edad como si miraras una foto de la persona y tuvieras que adivinar la edad de la persona. Es decir, llega a una edad que es bastante cercana a la edad que se muestra su licencia de conducir. Pero lo que realmente hace es medir su edad biológica, que puede ser diferente de su edad real“, añade Morten Scheibye-Knudsen.
La edad biológica puede ser diferente de la edad real
La compañía estadounidense Insilico Medicine, especializada en IA, ha sido la que ha financiado el proyecto. ”Lo especial e impresionante de este método es que utiliza mediciones obtenidas de muestras de sangre estándar, que son baratas de hacer. Hay otras maneras de medir la edad de una persona, pero son relativamente costosas y requieren un equipo especial “, explica en un comunicado el médico y profesor de la Universidad de Copenhague.
“Ahora mismo aún no sabemos a qué edad exacta llegaremos, aunque podemos crear hipótesis y suposiciones. Lo que sí sabemos es que la edad es el mayor factor de riesgo cuando se trata de enfermedades como el cáncer, la demencia y las afectaciones cardiovasculares. Nos gustaría ser mejores para curar estas dolencias, y Aging.IA puede ayudarnos a hacerlo”, dice Scheibye-Knudsen.
La inteligencia artificial desarrollada se parece, según los investigadores, a la mejor computadora de ajedrez del mundo. Aging.AI se basa en redes neuronales profundas, que es un tipo de algoritmo de aprendizaje parecido al utilizado para desarrollar el revolucionario AlphaZero , que acaba de vencer a la mejor computadora de ajedrez del mundo sin que se le haya enseñado nada más que las reglas del juego.
Los investigadores le han dado al algoritmo las respuestas de la muestra de edad y sangre de 130.000 personas de Canadá, Corea del Sur y Europa Oriental. Cada muestra contiene 21 parámetros típicamente medidos en muestras de sangre como el colesterol, los marcadores de inflamación (uno de los marcadores más fiables de riesgo cardiovascular), el recuento de hemoglobina y la albúmina (una proteína producida por el hígado) en la sangre.
Fuente: La Vanguardia