El desafío demográfico constituye un quebradero de cabeza para la sostenibilidad del estado de bienestar, pero también ha añadido nuevas cohortes de consumidores de todo tipo de bienes y servicios (especialmente de salud). los 'baby boomers', en concreto, dispondrán en 2020 de una capacidad adquisitiva valorada en 15 billones de euros.
Con una población cada vez más envejecida y que vive cada vez más, hay un nicho claro en el desarrollo de productos dirigidos a los mayores de 65 años. Por poner un ejemplo, el mercado mundial de dispositivos de asistencia para ancianos y personas con diversidad funcional se valoró en 14.000 millones de dólares en 2015 y se espera que supere los 26.000 millones para 2024, según un informe de 2017 de la empresa de inteligencia de mercado Coherent Market Insights.
Los desafíos demográficos que plantea, entre otras cosas en materia de sistemas de prestación social y sostenibilidad, son evidentes. Especialmente en España, que en 2050 será el segundo país de la OCDE con mayor dependencia generacional, según las predicciones de este organismo. No es de extrañar, a juzgar por los datos: la media de esperanza de vida de los españoles (83,4 años) es la cuarta más alta del mundo, de acuerdo con un informe reciente del Foro Económico Mundial; el número de personas mayores de 65 años alcanza casi al 19% de la población (casi nueve millones) y la tendencia es creciente según el INE. Se prevé que la cifra ascienda a alrededor de un 35% en 2066. Y gana peso la proporción de octogenarios entre los habitantes.
En plena guerra por el futuro incierto de las pensiones, organizaciones como el Círculo de Empresarios y la Fundación Transforma España lamentan la inacción y la falta de medidas políticas para afrontar el reto demográfico. Así lo manifestaron en un encuentro sobre longevidad el pasado febrero. En abril, durante otro evento sobre esta temática (organizado por Aging 2.0) la Alta Comisionada frente al Reto Demográfico, Edelmira Barreira, respondió a estos reclamos con los objetivos fijados por el Gobierno. Su propósito, afirma, es "proporcionar a la población un envejecimiento saludable, en bienestar, con dignidad y activo".
Entre las líneas de acción señaladas por Barreira figuran favorecer la participación de los mayores en la vida social; evitar el sedentarismo y la soledad no deseada; promover su independencia personal y la igualdad de acceso a bienes, productos y servicios; dar cobertura especial a las situaciones de vulnerabilidad; diseñar estrategias de economía social o desarrollar herramientas básicas para ganar eficiencia en los sistemas sanitarios. También "ofrecer a las personas confianza y preparación para tener los hijos que desearían".
En el aspecto tecnológico, la alta comisionada habla de promover fórmulas de incorporación de nuevas tecnologías centradas en las personas que permitan dar cobertura a estas necesidades. Señala también hacia el despliegue de la e-salud (que lleva años en agenda). Y habla de la necesidad de ser capaces de convertir estos retos en oportunidades. ¿Cómo? Favoreciendo la investigación, el desarrollo y la innovación en los ámbitos ligados al envejecimiento. También los nuevos nichos de negocio en la silver economy (economía plateada o sénior), ámbito en el que la Unión Europea tiene múltiples proyectos en marcha, en asociación con instituciones como la división de salud del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología EIT Health.
El despliegue no es para menos. Según estadísticas de Euromonitor, el poder adquisitivo de la generación baby boom alcanzará los 15 billones de euros en 2020. En este sentido, Barreiro apuesta por potenciar el emprendimiento en el ámbito del envejecimiento y la longevidad como "la forma más útil de adaptarnos al futuro". Ser proactivos para estar preparados, dice. También señala la parte positiva del envejecimiento de la población y la prolongación de la vida en etapas mayores, en tanto que viene dada por unas mejores condiciones de salud y por los avances en longevidad.
Aging 2.0
Defender la calidad de vida de las personas mayores y apoyar el emprendimiento en este ámbito es el propósito de Aging 2.0, una comunidad internacional de más de 15.000 personas con sede en San Francisco (Estados Unidos), presente en más de 20 países y con unas 3.000 startups registradas, según datos de la organización. Sus ámbitos de actuación son ocho: bienestar financiero, movilidad, vida diaria, cuidados, coordinación en la atención, salud cognitiva, compromiso y propósito y final de la vida.
El capítulo de Aging 2.0 en España está en Madrid y lo lidera Luis Castillo, subdirector general para España y Portugal de la empresa Doro AB de telecomunicaciones para el mercado sénior. Entre las startups asociadas está Vooiage, una compañía que aplica tecnologías de realidad virtual al proceso de rehabilitación. Su primer producto de terapia virtual cuenta, según asegura su cofundadora y directora general Ana Carolina Guglielmi, con el certificado europeo de calidad y está aprobado como dispositivo médico de clase 1.
El producto (Vooiage fisio) es una herramienta dirigida a los fisioterapeutas, ya sea en clínicas o en residencias de mayores. Se trata de una plataforma integrada con módulos ludificados que permite la realización de ejercicios interactivos y el seguimiento de datos en tiempo real de los pacientes. Guglielmi destaca que su mayor esfuerzo se centra en mejorar la tecnología de realidad virtual para evitar mareos y en su adaptación para su uso por parte de los mayores.
Formación
Más allá de la rehabilitación va la Escuela de Longevidad, una iniciativa del balneario de Cofrentes (Valencia), dirigida y gestionada por médicos. Aunque este lleva en marcha 30 años, el programa como tal se puso en marcha hace cinco, cuenta Clara Fernández, futura directora general de esta empresa familiar. La idea surgió tras años de experiencia con sus tratamientos de medicina termal. Se dieron cuenta de que cuanto más formaban a sus pacientes en el manejo de sus dolencias (por ejemplo, de espalda o de rodilla) mejor evolucionan, también a medio y largo plazo.
Dado que los programas que oferta el balneario son de 12 días de duración, los clientes pueden aprovechar ese tiempo no solo para el relax sino también para aprender a diseñar su propia estrategia de vida a 10 años vista. "Es una especie de campamento de salud en el que se hace formación tanto a nivel general como para patologías específicas", explica Fernández. El programa incluye pruebas diagnósticas de última tecnología (como la medición de telómeros o el mapa genético) y otros recursos de salud. Además, el 50% de su coste está subvencionado por el Imserso.
En el ámbito de los cuidadores, Verklizan desarrolla software centrado en facilitar el trabajo a los teleasistentes, de forma que puedan operar desde cualquier sitio con una aplicación móvil. Es decir, eliminar la barrera física de los call center. También proporcionan servicios de telemedicina (para profesionales sanitarios) como el seguimiento de actividad de pacientes y la monitorización de medicamentos. Lo explica Alberto Val, director de Verklizan España y Portugal y exdirectivo de Roche, que sostiene que los servicios sociales y los sanitarios deberían converger de forma más eficiente.
Legado
Fuera del ámbito de la salud, la startup Hasta Siempre se dedica a recoger el legado emocional de los sénior. No pretende ser solo un recurso para personas que afrontan el final de su vida sino para cualquiera que sienta la necesidad de dejar registrado en vídeo aquello que quiera que los demás recuerden de él o ella. Puede ser una historia, una anécdota o una receta de cocina que grabar junto a su nieto. Lo que se les ocurra.
La empresa se encarga de la grabación, de su custodia física y de su entrega. "Ofrecemos un reconocimiento del valor que aportan los mayores para las siguientes generaciones. Estamos acostumbrados a pensar en herencias como algo material, pero cada vez más las nuevas generaciones aprecian sus orígenes, quieren tener continuidad", asegura el responsable de lanzamiento de Hasta Siempre, Jaime Rosales.
Desde Aging 2.0 señalan que estas iniciativas son un esfuerzo por satisfacer mejor las necesidades sociales del mayor. También buscan su incorporación al mundo digital, dotándoles de los conocimientos y recursos requeridos. Finalmente, reivindican la unión de todos los actores implicados en este proceso (instituciones, empresas, sociedad civil) y la necesidad de un cambio cultural y de mentalidad para afrontar el reto demográfico.
Fuente: Expansión