En una sociedad como la nuestra, que envejece a marchas forzadas, hacerse viejo no es, precisamente, muy popular. Tal vez, porque España tiene el mayor índice de esperanza de vida, ya por delante de Japón, y la vejez es una circunstancia con altas probabilidades de certeza. Los datos provienen de una encuesta a nivel mundial hecha por la empresa Ipsos, que es la tercera firma de investigación de mercados y de opinión a nivel internacional.
Según el sondeo, tan sólo el 15 por ciento de los españoles están deseando llegar a viejos, frente al 45 por ciento de los habitantes de la India. Podríamos argüir que, al fin y al cabo, la esperanza de vida de los indios no llega a los setenta años, con lo que llegar a viejo les parece un éxito. La misma tendencia se da entre los japoneses, de los que sólo un 10 por ciento lo ven con entusiasmo. Pero no.
A los coreanos del sur, que también viven mucho, a los franceses o a los belgas, la senectud les preocupa muy poco. Turcos y polacos también quieren llegar a viejos. Los españoles, además, consideran que una persona no es vieja, lo que se dice vieja, hasta que no ha cumplido los 74 años, frente a la media mundial que pone el listón en unos, ¿bajos?, 66 años. En Rusia y Arabia Saudí pasas a ser mayor con 61 y 55 años, respectivamente. Parece que allí no se han enterado de que los setenta son los nuevos cuarenta. Así que tenemos un país, España, con más viejos del mundo, puesto que el 19,1 por ciento de su población tiene más de 65 años, pero no nos damos por enterados. Y, además, somos optimistas: ocho de cada diez españoles espera estar en forma, bien de salud y con posibles económicos al cumplir los 70.
Para ello, el 61 por ciento de los consultados asegura que hay que hacer ejercicio con regularidad, comer sano y ahorrar dinero para la jubilación. Pero, en realidad, menos de 45 por ciento se ponen manos a la obra. Lo más popular es dejar de fumar, algo que hace el 45 por ciento a nivel mundial. Por último, aunque a regañadientes, se reconoce que la vejez tiene algunas ventajas: más tiempo para disfrutar de la familia y amigos (si te queda alguno), para viajar y para las aficiones. Pues eso.
Fuente: La Razón