Una buena salud cardiovascular a los 50 años se asocia con un menor riesgo de demencia en el futuro, asegura un estudio realizado sobre casi 8.000 adultos y publicado hoy por « The BMJ». Los hallazgos, aseguran los autores del estudio, respaldan las políticas de salud pública para mejorar la salud cardiovascular en la mediana edad y promover la salud cerebral en el futuro.
La demencia es una enfermedad progresiva que puede comenzar a desarrollarse entre 15 y 20 años antes de que aparezca cualquier síntoma, por lo que es importante identificar los factores que podrían prevenir su aparición.
La puntuación de salud cardiovascular que establece la tabla "Life Simple 7" de la American Heart Association, inicialmente diseñado para enfermedades cardiovasculares, se ha presentado como una herramienta potencial para prevenir la demencia.
Diseñada en un principio para la prevención ‘primaria’, donde el objetivo es prevenir el desarrollo de factores de riesgo que puedan afectar el riesgo de enfermedad, es la suma de cuatro parámetros de comportamiento -tabaquismo, dieta, actividad física, índice de masa corporal- y tres biológicos –valoración de glucosa en ayunas, colesterol en la sangre, tensión arterial-. Los resultados clasifican la salud cardiovascular de tres maneras: deficiente (puntuación de 0-6), intermedia (7-11) y óptima (12-14).
Pero la evidencia sigue siendo inconsistente. Para abordar esta incertidumbre, un proyecto de investigación internacional dirigido por Séverine Sabia, del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM) y el University College de Londres (Reino Unido), examinó la asociación entre las puntuaciones de salud cardiovascular Life Simple 7 a los 50 años y el riesgo de demencia durante el próximo 25 años.
Sus resultados se basan en los datos sobre la salud cardiovascular recopilados a partir de 7.899 hombres y mujeres británicos de 50 años en el Estudio Whitehall II, que analizó el impacto de los factores sociales, conductuales y biológicos en la salud a largo plazo.
Los participantes no padecían enfermedades cardiovasculares ni demencia a los 50 años. Los casos de demencia se identificaron utilizando los registros de los hospitales, servicios de salud mental y de defunciones hasta 2017.
Recomendaciones
De los 7.899 participantes, 347 personas fueron diagnosticadas de demencia durante un período de seguimiento medio de 25 años. La edad media al diagnóstico de demencia fue de 75 años.
Después de tener en cuenta los factores potencialmente influyentes, los investigadores descubrieron que el cumplimiento de las recomendaciones de salud cardiovascular ‘Life Simple 7’ en la mediana edad se asociaba con un menor riesgo de demencia en el futuro.
En comparación con una tasa de incidencia de demencia de 3,2 por 1.000 personas años entre el grupo con una puntuación cardiovascular baja, aquellos con una puntuación intermedia tuvieron una incidencia de 1,.8 por 1.000 personas años, mientras que aquellos con una puntuación óptima tuvieron una incidencia de 1,3 por 1.000 persona años.
Los investigadores advierten que se trata de un estudio observacional, por lo que no se puede establecer la causa, y señalan algunas limitaciones como, por ejemplo, confiar en medidas autoinformadas.
Sin embargo, una puntuación de salud cardiovascular alta a la edad de 50 años también se asoció con mayores volúmenes de cerebro y materia gris en las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética 20 años después. Y las reducciones en el riesgo de demencia también fueron evidentes en todo el continuo de la puntuación cardiovascular, lo que sugiere que incluso pequeñas mejoras en los factores de riesgo cardiovascular a los 50 años pueden reducir el riesgo de demencia en la vejez.
«Nuestros hallazgos sugieren que la valoración Life's Simple 7 a los 50 años puede determinar el riesgo de demencia. Los factores de riesgo cardiovascular son modificables, lo que los convierte en objetivos de prevención estratégicamente importantes. Este estudio respalda las políticas de salud pública para mejorar la salud cardiovascular a los 50 años para promover la salud cognitiva», concluyen.
En un editorial que acompaña al trabajo se señala que estudio proporciona más información para promover políticas más cardiosaludables en esas edades. «Sin embargo, muestra la evidencia de la salud vascular a los 50 años está determinada por factores previos en el curso de la vida, incluida la desigualdad y los determinantes sociales y económicos».
«Reducir el riesgo de demencia es una de las principales preocupaciones en las sociedades que envejecen», concluyen.
Fuente: ABC