Los países más longevos, como España y Portugal, se enfrentan a nuevos desafíos en los sistemas de Seguridad Social debido al envejecimiento de su población y los bajos índices de natalidad. Esta situación llevará a que los ciudadanos se vean abocados a completar la jubilación con planes de pensiones de los que actualmente carece la mayor parte de la población. Por ello, en este artículo Arun Muralidhar, fundador de Mcube Investment Technologies LLC, propone la creación y emisión de los denominados “bonos SeLFIES”, que podrán ser adquiridos por la población para su posterior ingreso durante la jubilación.
Antecedentes
Países como España y Portugal están lidiando con los retos asociados a sus sistemas de la Seguridad Social. Con una población que envejece rápidamente y bajos índices de natalidad, los sistemas de pensiones de ambos países se enfrentan a importantes desafíos, con regímenes de la Seguridad Social bajo presión y las prestaciones por jubilación cercanas a niveles que obligarán a las personas a complementar la Seguridad Social con ahorro privado. Los individuos prefieren los planes de pensiones que aportan rentas vitalicias y cuya duración nunca supera la de sus activos. Ocurre, no obstante, que nos encaminamos hacia una situación en la que los individuos deberán asumir una mayor responsabilidad con respecto a su propia jubilación, habida cuenta de que los planes de pensiones de prestaciones definidas por el empleador y los planes públicos de pensiones o bien están capados a niveles muy inferiores a lo que entendemos por una buena jubilación o bien están remplazados por completo por planes de aportaciones definidas. Además, se da la circunstancia de que en muchos países, también los países desarrollados, un porcentaje significativo de la población no está afiliado a ningún plan de jubilación, pero sigue teniendo que ahorrar para su jubilación. El Premio Nobel de Economía Robert Merton y el que subscribe abogamos por un nuevo instrumento financiero capaz de complementar los mercados con potencial para mejorar la seguridad de la jubilación y arrojar beneficios adicionales a los gobiernos. Hemos denominado dicho instrumento SeLFIES, por el acrónimo inglés de títulos solo de ingreso indexados a niveles de vida y con fecha de inicio futura.
Los bonos SeLFIES han sido diseñados específicamente para abordar los retos de esta nueva responsabilidad a la que se enfrentan los integrantes de la población activa y la clase media en todo el mundo, una nueva responsabilidad para la que la gran mayoría no están preparados y para la que carecen de asesoramiento financiero de calidad.
Diseño de los bonos SeLFIES
Los bonos SeLFIES han sido diseñados para emular los pagos de las pensiones y pueden ser adquiridos de forma directa por cualquier persona (para crear una suerte de “plan personal de prestación definida”). Para sortear el escollo que plantea la falta generalizada de educación financiera, los SeLFIES solo exigen información básica que todas las personas sin excepción pueden aportar y ofrecen opciones a compradores de todos los niveles educativos. Los únicos dos datos que han de aportarse son la fecha prevista de jubilación (a saber, fecha de inicio del pago de los SeLFIES) y el objetivo de ingresos o de renta de una buena jubilación, que nos permite fijar el número de SeLFIES que se necesitan para alcanzar dicho objetivo.
¿Cómo funcionan exactamente? El gobierno federal/central emite un bono especial de jubilación (un SeLFIES) que pagaría un cupón ajustado al nivel de vida de 5 euros al año durante la jubilación durante un periodo cercano a la esperanza de vida media de la economía, que se sitúa en la actualidad en los 20-25 años en la mayoría de los países. Los trabajadores financiarían así la renta de la que les gustaría disponer durante la jubilación al adquirir un número objetivo de SeLFIES, que se establecería al dividir la renta deseada entre 5 euros. A título de ejemplo, si un individuo desea disponer de 50.000 euros anuales en concepto de jubilación, deberá adquirir 10.000 SeLFIES para alcanzar su objetivo. La Figura 1 muestra el flujo de caja de SeLFIES adquiridos por una persona de 25 años de edad en 2019. Dicha persona no recibirá ningún pago hasta que alcance la edad de jubilación en 2059, momento en que empezará a recibir un flujo constante de efectivo real (líneas azules), ajustado en este caso a un incremento del consumo per cápita del 2% (los pagos nominales aparecen reflejados en color naranja). Si cada bono se paga a 5 euros de valor real al año, el hecho de ostentar 10.000 bonos SeLFIES aportaría al individuo 50.000 euros de valor real al año en concepto de jubilación. Las líneas azules reflejan el tipo de pago real que recibirían del típico plan de pensiones, con lo cual observamos que los SeLFIES proporcionan un pago muy similar al de un plan de pensiones. Este es el motivo por el que una sencilla innovación consistente en concebir un bono de jubilación puede ayudar a los individuos a garantizar un nivel constante de ingresos durante su jubilación.
Figura 1 – Ejemplo de flujo de caja real y nominal con SeLFIES
En términos generales, las personas deseamos poder seguir disfrutando del mismo nivel de vida de la última etapa de nuestra vida laboral durante la jubilación.
Dado que los pagos de los SeLFIES están indexados al consumo per cápita, protegen frente a incertidumbres futuras en términos de inflación y nivel de vida. El comprador solo ha de fijar un objetivo de ingresos para su jubilación ligado a su nivel de vida actual, una cifra que ya conoce y maneja en sus decisiones diarias. Dado que los SeLFIES no empiezan a activar los pagos hasta el momento de la jubilación, el comprador no necesita hacer ninguna transacción adicional ni tomar decisiones para reinvertir los pagos del cupón o del principal durante el periodo íntegro de acumulación. Una sola transacción, una única vez, para cada SeLFIES adquirido minimiza los costes, el esfuerzo asociado a la toma de decisiones y los errores.
Una ventaja para los gobiernos
Los SeLFIES serían un vehículo atractivo para los gobiernos de España y Portugal, que se convertirían en emisores eficientes de dichos bonos. En vista del volumen de emisión de deuda actual, algunos de los bonos actuales podrían ser fácilmente reemplazados por SeLFIES. En primer lugar, los SeLFIES aportarían a España y Portugal una cobertura natural de los ingresos respecto de los bonos, habida cuenta de que los ingresos obtenidos a partir de los impuestos sobre el valor añadido (IVA) son en esencia proporcionales al consumo. Esto implica un riesgo menor, un control mayor y quizás calificaciones más altas para que el gobierno de la UE emita bonos ligados al consumo en lugar de a la inflación o al PIB. Todos los inversores, de todas las partes del ciclo de vida, los encontrarían atractivos. Uruguay nos ofrece un ejemplo interesante: el país ha emitido un bono indexado a los salarios dirigido a los fondos de pensiones y las aseguradoras para que puedan ofrecer pensiones indexadas a los salarios y las primeras indicaciones apuntan a que dicho bono ha sido bien recibido por el mercado (véase, sobresuscrito), llevando al gobierno uruguayo a efectuar emisiones adicionales.
En segundo lugar, dado que los gobiernos tienen serias dificultades para financiar las infraestructuras, los bonos con pagos regulares y fechas de pago futuras se perfilan como un mecanismo eficaz para financiar dichas necesidades. Los flujos de caja de los SeLFIES ofrecen a los gobiernos una manera eficaz de recaudar dinero para realizar desembolsos iniciales de capital para proyectos de infraestructuras y devolverlos en el futuro, una vez que los proyectos empiezan a generar ingresos.
En tercer lugar, países como España y Portugal se han beneficiado de tipos de interés bajos tras la Gran Crisis Financiera. Con los SeLFIES, surge la oportunidad de llegar a un nuevo segmento de inversores, no solo en España y Portugal sino en toda la UE, dado que los afiliados a los planes de pensiones de aportación definida de otros países podrían comprar con facilidad SeLFIES denominados en euros para sus planes de aportación definida. A esto se suma una posible reducción de los costes de financiación, especialmente para los primeros gobiernos que emitan SeLFIES antes de que estos se conviertan en un vehículo de uso generalizado.
En cuarto lugar, si las inversiones en planes de aportación definida no arrojan resultados seguros y adecuados, los gobiernos se verán obligados a rescatar a los afiliados, privatizando así las ganancias y socializando los riesgos. Los SeLFIES, en cambio, tienen el potencial de reducir dichos costes adicionales y los riesgos para los gobiernos.
Nótese que los SeLFIES pueden ser emitidos por entidades distintas al gobierno central o federal. Por ejemplo, muchos estados de Estados Unidos están lanzando los llamados planes de pensiones de “Elección Segura” (Secure Choice) para los empleados del sector privado que carecen de acceso a planes de pensiones a través de su empleador; estos estados y municipios podrían emitir fácilmente SeLFIES como parte de su refinanciación o ampliación de la deuda. Lo mismo podría hacerse en España y Portugal. Los SeLFIES permitirían a los gobiernos abordar dos retos con una única innovación. Podría haber otros emisores (de menor crédito) de SeLFIES, pero la gran ventaja de la emisión pública de este tipo de bonos es que mitiga el riesgo crediticio. Los SeLFIES han sido concebidos para funcionar en todos los países que tengan mercados de bonos o de renta fija.
SeLFIES y rentas vitalicias
Para que los SeLFIES aporten el mismo patrón de pagos que una pensión, han de abordar la naturaleza vitalicia de los pagos y proteger frente al riesgo de longevidad. Los ciudadanos trabajadores y de clase media que alcanzan la edad de jubilación (véase, los 65 años) son un grupo heterogéneo: algunos tienen responsabilidades económicas para con otras personas y necesitan legar dinero para velar por sus herederos. Otros, en cambio, no tienen personas a su cargo y, por tanto, no tienen motivos para legar activos. Para estos últimos, la anualidad o renta vitalicia es ideal porque maximiza el pago de la prestación sin el riesgo de quedarse sin activos o de dejar activos “desperdiciados” cuando ya no necesiten el dinero.
Cuando una persona alcanza la jubilación, tiene la mejor información relativa a su salud (esperanza de vida personal respecto de la población), sabrá de quién es responsable -además de sí mismo- y qué otros activos y compromisos tiene.
Con esta información en mano, está en una posición óptima para tomar una decisión informada sobre cuánto anualizar, y por tanto, podrá implantar un plan personalizado de desacumulación. Pocas personas se comprometerían a una anualidad diferida durante su vida laboral porque no saben cómo será su situación ni cuáles serán sus necesidades cuando se jubilen.
Los SeLFIES no ofrecen de forma directa una característica de anualidad embebida de pagos vitalicios sino un conjunto fijo de pagos como el que recoge la Figura 1. Ahora bien, sí contribuyen a la protección frente al riesgo de longevidad para quienes seleccionan la anualización total o parcial en el momento de la jubilación, al tiempo que aportan flexibilidad en la toma de decisiones a quienes no quieren anualizar los pagos.
El diseño es tal que exige que el número de años de pago sea equivalente a un periodo ligeramente superior a la esperanza de vida de la cohorte en edad de jubilación. Por ejemplo, si la esperanza de vida a los 65 años de edad es de 20 años (es decir, 85 años de edad), entonces el periodo de pago especificado en los SeLFIES puede fijarse en 22 años (a la edad de 87 años). Una aseguradora bien gestionada debería estar dispuesta a intercambiar una anualidad vitalicia con el mismo pago real indexado de 5 euros por el plazo especificado de pagos de 5 euros reales sobre los SeLFIES. En dicho caso, el jubilado podría simplemente canjear sus SeLFIES por una anualidad o renta vitalicia sin ningún pago adicional ni reducción de su nivel de ingresos para la jubilación. Los jubilados en circunstancias distintas podrán ajustarlo a su situación y disfrutar potencialmente de pagos de desacumulación incorporados en SeLFIES sin necesidad de efectuar transacciones adicionales.
¿Por qué estaría dispuesta una aseguradora bien diversificada a intercambiar un SeLFIES por una renta vitalicia que paga 5 euros reales/año hasta el fallecimiento (ignorando las consideraciones de beneficio y coste)? Si la aseguradora ha asegurado a un grupo muy numeroso de individuos de naturaleza diversa en una única cohorte, entonces su materialización neta de longevidad debería acercarse a la media económica de dicha cohorte, con un riesgo relativamente bajo. Los SeLFIES entregados en el canje serían el instrumento de cobertura perfecto para los pasivos agregados de la cohorte de la aseguradora. El periodo de pago relativamente más largo de lo previsto sobre los SeLFIES (22 vs. 20 años) compensaría a la aseguradora por los costes y beneficios. Esta opción se vuelve más interesante si cabe cuando la aseguradora se encuentra también diversificada en múltiples cohortes. Así, los SeLFIES con un vencimiento un nivel superior a la media promoverían un mercado de anualidades más eficiente para garantizar la mitigación individual del riesgo de longevidad. Tanto las aseguradoras como los fondos de pensiones serían los compradores institucionales naturales de SeLFIES de alta denominación y generarían descubrimiento de precios a través de su subasta.
Otras ventajas
Para las estrategias de financiación de la jubilación que impliquen asumir riesgos, es fácil comprender cómo una gestora de activos bien gestionada podría utilizar una estrategia de asignación dinámica entre activos de riesgo y SeLFIES, siendo los SeLFIES el activo "risk-free" o libre de riesgo que fija la renta garantizada de la jubilación, un resultado sin duda altamente deseable.
Los productos actualmente existentes no ofrecen garantías ni en lo relativo a alcanzar una renta objetivo para la jubilación ni tampoco ingresos objetivos durante la jubilación.
Por este motivo, consideramos que los SeLFIES pueden mejorar en gran medida la seguridad de la financiación de la jubilación al completar el mercado. Se impone, por tanto, la creación y emisión de bonos SeLFIES.
Es hora de actuar: cuanto más nos retrasemos, mayor será el coste de garantizar la seguridad de la jubilación para las generaciones futuras.
La razón por la que Brasil pensó en crear un bono soberano de pensión complementaria para ser ofrecido directamente a las personas como una inversión es la alta proporción de trabajadores autónomos. Además de las pensiones públicas oficiales, existe en Brasil un mercado privado de pensiones complementarias relevante (aproximadamente el 26% del PIB), pero que no atiende en su totalidad a los trabajadores de ingresos bajos y medios, especialmente a los trabajadores por cuenta propia.
De esa forma, en 2022, hay una expectativa de que se implementará en Brasil un bono de pensión complementária. Inspirado en los Standard of Living Indexed, Forward-starting, Income-only Securities (conocido con el acrónimo de SeLFIES y que puede traducirse como “valores indexados al nivel de vida, a plazo, sólo sobre la base de los ingresos”), con un enfoque innovador y sencillo, pretende facilitar y democratizar los ingresos complementarios de las pensiones para muchos brasileños. Este producto puede incluso servir de puerta de entrada y de educación en materia de pensiones para la planificación complementaria de la renta de jubilación.
Con sólo dos datos - la renta deseada y la fecha prevista de jubilación - el ahorrador puede planificar su jubilación complementaria, y podrá saber que necesita adquirir una determinada cantidad de bonos hasta el inicio de la jubilación, simplemente siguiendo la evolución de esta cantidad de bonos adquirida a lo largo del tiempo.
Los atributos clave de SeLFIES son:
- Es un bono del Estado a largo plazo con un rendimiento vinculado a la variación de la inflación del período, más los intereses definidos en el momento de la compra;
- Este valor combina en un solo instrumento las fases de acumulación y de renta. Hay un largo período de acumulación de recursos en este instrumento, que a partir de una fecha determinada comienza a pagar amortizaciones mensuales por 20 anos, imitando así una renta de jubilación; y
- Este bono soberano puede ser adquirido directamente por los particulares, lo que garantiza unos bajos costes de transacción.
Brasil será pionero en el mundo en ofrecer este tipo de instrumento de planificación del bienestar a sus ciudadanos. Dos condiciones preexistentes favorecieron la adopción de dicha política pública:
(i) Brasil es uno de los pioneros en la emisión de títulos indexados a la inflación; y
ii) Desde 2002, Brasil cuenta con un programa llamado Tesouro Direto, que vende bonos públicos federales a particulares 100% en línea.
Se puede citar dos desafíos para ofrecer SeLFIES en Brasil. El primero está relacionado con la comunicación a los ciudadanos sobre el papel de este título y dejar claro que este instrumento tiene la función de complementar, y no sustituir, la pension pública. Esto es especialmente importante porque la provisión de pensiones públicas tiene una gama de protecciones mucho más completa y a un coste menor para el asegurado si se compara con cualquier solución de mercado alternativa. El segundo desafío es poner el foco de la comunicación con los inversores del bono soberano en la renta a percibir en el momento de la jubilación, y no el saldo acumulado o la rentabilidad obtenida en cada momento. Esto es extremadamente importante desde el punto de vista de la educación financiera, especialmente porque la volatilidad del precio de este bono tiende a ser grande debido al largo plazo. Pero como se ha visto, en términos de ingresos ajustados a la inflación, este bono será bastante estable, y ésta es la variable más importante para un ciudadano que planifica su jubilación.
Creo que este tipo de instrumento de ahorro complementario para el retiro podría ser útil para muchos países.
Considerando, en particular, las tendencias demográficas y del mercado de trabajo y el bajo grado de educación financiera y previsional, se percibe la necesidad de que los estados nacionales ofrezcan a la población formas complementarias y de fácil comprensión para una mejor planificación de la renta de jubilación.
Todos estos factores actúan en el sentido de que es necesario despertar en la población la conciencia de asumir cada vez más la responsabilidad de planificar la jubilación con diferentes fuentes de ingresos: la previsión pública, la previsión privada, las rentas del trabajo, entre otras. El sistema público de pensiones seguirá siendo la principal fuente de ingresos para la jubilación para la mayoría de la población, pero será cada vez más importante que los trabajadores busquen complementar sus ingresos de jubilación con otros instrumentos, por las razones expuestas.
Desde un punto de vista teórico, los SelFIES me parecen una gran solución para hacer frente a los retos financieros causados por el aumento de la longevidad y para financiar ingresos garantizados complementarios a las pensiones estatales durante la jubilación.
En mi opinión, los gobiernos de España y Portugal deberían considerar la posibilidad de crear SelFIES, pero teniendo en cuenta todas las barreras y dificultades para su desarrollo, trabajando en un plan de choque medido para hacer frente a esas barreras. Algunas de esas dificultades no se afrontan actualmente en lo que se refiere al ahorro complementario y a la previsión complementaria personal y profesional para la jubilación.
Desde el punto de vista de la generación de ingresos una parte de la política fiscal, los SelFIES serían una forma eficiente de obtener flujo de caja para los proyectos de infraestructura, haciéndolos más atractivos para los inversores/ahorros debido a un menor riesgo de impago y de crédito.
Los SelFIES son también una herramienta complementaria atractiva para que las compañías de seguros compensen o equilibren el riesgo de longevidad de los pagos de por vida en su cartera de rentas vitalicias.
Además, es un buen recurso utilizar los SeLFIES en los fondos de pensiones y las carteras de seguros para mejorar la diversificación, reducir la volatilidad y disminuir el riesgo de inversión y de longevidad.
Para algunos inversores minoristas a largo plazo conseguir una estructura de prestación definida con una garantía, mitigando o eliminando el riesgo de inversión y el riesgo de longevidad, podría hacer que los SelFIES fueran muy atractivos como herramienta única de ahorro complementario para la jubilación o como parte de toda su cartera de activos para la jubilación.
Pero de todos modos, no visualizo los Selfies como un tipo de activo principal o único en una estrategia a largo plazo para los inversores, debido a la limitación en términos de tasas de garantía, cupones, y las dificultades para batir la inflación con estructuras garantizadas.
¿Cuáles son las posibles barreras a los SelFIES en España y cómo afrontar estos retos?
La mayoría de ellos no están directamente relacionados con las características del producto SelFIES. La mayoría de los trabajadores españoles de clase media no tienen hábitos de ahorro. No ahorran en productos financieros, pero cuando ahorran la mayoría no lo hacen en los activos financieros disponibles actualmente, fondos de inversión, fondos de pensiones, productos de seguros. ¿Por qué el diagnóstico y los resultados serían diferentes para SeLFIES?
Las pensiones públicas en España proporcionan una elevada tasa de sustitución (cercana al 80%). Dicha tasa de sustitución neta probablemente aumentará en el futuro gracias a la última reforma de las pensiones, que mejorará las prestaciones de las mismas. En realidad, las políticas actuales del Gobierno están priorizando la generosidad a la sostenibilidad y al futuro equilibrio entre ingresos y prestaciones. Un asalariado medio podría preguntarse: ¿para qué voy a generar un fondo complementario/anualidad si la pensión estatal me va a proporcionar lo que necesito? La preocupación por el riesgo futuro de sostenibilidad (y la sensibilidad a la necesidad de adaptar las prestaciones futuras -o ampliar la edad de jubilación- a los aumentos de la longevidad y la tasa de dependencia) no está presente entre la mayoría de la sociedad, sólo entre un pequeño grupo de expertos, profesionales de las pensiones, aseguradoras...
La composición de los activos de ahorro en España, y el tipo de activos, con una mayoría de activos inmobiliarios (77% de las familias españolas adineradas). La gente ahorra en casas no en productos financieros. Esto está fundamentado en lo básico de nuestra sociedad y en nuestro ADN.
Entre los activos financieros, una gran parte del ahorro, incluso el de largo plazo, se coloca en cuentas y depósitos bancarios, consecuencia de la falta de educación financiera.
El ahorro individual voluntario es insuficiente. Pero el diagnóstico es aún peor en las pensiones de empleo, aunque se espera que la nueva legislación (Ley 12/2024 de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo) aumente el ahorro (AUM) de los trabajadores en las pensiones de empleo.
¿Por qué los españoles van a ahorrar comprando SeFIES, aún aceptando que son fáciles de entender y una solución segura? Para tener éxito en este objetivo, hay que mirar y trabajar mucho mejor aplicando las mismas medidas de las que siempre habla el sector de las pensiones para luchar contra la falta de ahorro complementario a largo plazo (tanto de BD como de CD). Algunas de esas medidas nunca se han aplicado en España y otras no se han puesto en marcha de forma adecuada.
Sin embargo, para los particulares y los inversores institucionales (fondos de pensiones y compañías de seguros) de otros países de la UE y de la OCED podría ser una opción atractiva para comprar SelFIES de los gobiernos español y portugués. En muchos de esos otros países de la OCDE, los trabajadores tienen activos de ahorro a largo plazo mucho más altos que los españoles, más del 100% del PIB en algunos casos (por ejemplo, Países Bajos 210%, Reino Unido 118%, Suiza 149%) frente a menos del 3% en España. Las razones de este mayor ahorro en pensiones privadas y laborales son:
Una mayor educación financiera entre los ciudadanos de esos países.
Pero, sobre todo, es necesario complementar, con los beneficios que proporcionan las rentas vitalicias comprar planes de pensiones profesionales y personales, unas pensiones estatales de baja cuantía y baja tasa de sustitución, que en algunos casos son sólo redes de seguridad contra la pobreza (basadas en la residencia y no en los salarios/contribuciones). Algunos países cuentan con altos niveles de activos de pensiones ocupacionales porque es obligatorio (por ley o por negociación colectiva) para los empleados y sus empleadores (es decir, CH por ley o muchos de los convenios colectivos de Holanda) o sólo para el empleador (Reino Unido por ley) para inscribir a los empleados y hacer contribuciones a los planes de pensiones.
Por lo tanto, los selfies emitidas por el Gobierno español podrían encontrar en el futuro un mercado de compradores en otros países de la OCDE (y también fuera de la OCDE), como alternativa para los inversores individuales o para los inversores institucionales, como los fondos de pensiones de empleo, para aprovechar mejor las asignaciones de activos de su cartera y la diversificación.
Pero como primer propósito, los Gobiernos español y portugués deberían cerrar el círculo e intentar utilizar los SeLFIES para "ayudar" a mejorar los complementos de las pensiones de sus ciudadanos durante su jubilación, no sólo para obtener financiación internacional. Incluir los SeLFIES dentro del "mix de producto" de las emisiones de deuda de esos Gobiernos, explicando fácilmente los beneficios de utilizar este tipo de bonos, no sólo al inversor institucional, sino también los beneficios a los particulares para su seguridad financiera en la jubilación (garantías, graduación y contención del riesgo crediticio, fácil de contabilizar por el particular lo que percibirá). El "marketing" y la comunicación serán fundamentales.
¿Por qué no hacer una campaña institucional (tv y medios de comunicación, redes sociales, comunicaciones de la Agencia Tributaria en la presentación anual del IRPF, etc.) centrada en los beneficios para la compra del inversor minorista?
Los SelFIES deberían ser emitidos sólo por los Gobiernos de España (y Portugal), no por las Comunidades Autónomas ni por otras entidades públicas. Los incentivos fiscales ayudarían en los SelFIES.
Para apoyar la creación de un interés masivo por la suscripción de los Selfies entre los particulares españoles y portugueses (entre los que actualmente están ahorrando y los que no tienen ahorros), sería muy conveniente un esquema de impuestos diferidos, un EEI (Exención, exención, impuesto).
La suscripción/compra de selfies debería ser deducible en el IRPF hasta un límite. Ese límite o desgravación podría fijarse como la misma cantidad que se aplica a las aportaciones a planes de pensiones. Es decir, el mismo límite que el límite general de aportaciones a planes de pensiones (excluyendo el límite adicional para las pensiones de jubilación). Es cierto que el límite actual es muy bajo y debe mejorarse para permitir aportaciones más elevadas a los planes de pensiones personales. Alternativamente, podría establecerse un límite específico para las AFPs superior al que se aplica a los planes de pensiones personales, con el fin de incentivar más el uso de las AFPs. O bien, ¿por qué no un límite segregado e independiente sólo para los SeLFIES?
Así, el importe en la compra de los bonos de SeLFIES sería deducible en el año de adquisición y, en consecuencia, los beneficios de SelFIES (renta vitalicia o alternativa la vía de la desacumulación), incluyendo los beneficios acumulados, estarían sujetos a tributación.
Para evitar fijar limitaciones en la compra de SelFIES, para aquellas personas que quisieran comprar SelFIES en un importe nominal total superior al límite deducible, lo ideal sería que el exceso pudiera tributar pero el tramo de prestación correspondiente a un exceso de suscripción sometido a tributación en el momento de la compra tributaría sólo en la devolución (cupones). Además, se debería plantear la opción de deducir los SelFIES no deducidos un año fiscal (por superar los límites) en los siguientes 4-5 años fiscales.
En mi opinión, los incentivos fiscales no son en absoluto suficientes para promover el ahorro a largo plazo y desarrollar un mercado de SelFIES importante entre los trabajadores españoles, pero debería ser una obligación introducirlos para apoyar ese objetivo.
En resumen, sobre los SelFIES. No sólo SELFIES sino también SÍ a los complementos de jubilación de los españoles.
En mi opinión este tipo de estructura tiene un diseño extraordinario, tiene en cuenta todos los tipos de Riesgo y mitiga algunos de ellos, considera también características de Sostenibilidad (ESG). Probablemente sería fácil de entender por un comprador minorista (español de clase media o portugués) si se le explica de forma adecuada, incluyendo la letra pequeña. Pero mucho trabajo en educación financiera ("entender mejor es comprar más probablemente"), difusión pública, compromiso del Gobierno en promover ese tipo de deuda pública, y otras medidas complementarias (incentivos fiscales diferidos).
A pesar de un evidente y reciente -y esperado futuro- descenso de los ingresos por jubilación proporcionados por la Seguridad Social y de la casi inexistencia de planes de pensiones corporativos, el ahorro individual para la jubilación en Portugal es muy limitado: menos del 11% del PIB, cubriendo sólo el 16% de la población activa. (Véase Hernández-Pacheco et al., 2022*). Este ahorro debería empezar a crecer exponencialmente en algún momento, pero no se prevé ningún punto de inflexión a corto plazo.
Esto limita la oportunidad de la emisión de SeLFIES o de cualquier otro producto destinado a invertir los activos de jubilación.
Es cierto, sin embargo, que los SeLFIES presentan características interesantes tanto para el emisor (limitar el crecimiento de la deuda durante períodos económicos difíciles) como para el inversor particular (tener una renta garantizada como parte de la actividad económica futura).
Los SeLFIES tendrían que competir con otros productos de inversión que producen más comisiones a los intermediarios financieros y tendrían que ser bien explicados a un público poco instruido en materia financiera.
Un reto importante para la adopción de SeLFIES en general, es que los pagos podrían reducirse de un año a otro en caso de un crecimiento negativo de la actividad económica. En principio, la gente puede entenderlo, pero se ve "sorprendida" cuando efectivamente ocurre.
También es importante señalar que los SeLFIES tendrían que complementarse con rentas vitalicias diferidas, para las que actualmente hay un mercado muy limitado (si es que existe).
En resumen: a pesar de sus ventajas tanto para el emisor como para el inversor individual, el pequeño tamaño de los activos de jubilación, la escasa cultura financiera y el interés competitivo por un pequeño grupo de activos suponen un gran reto para el éxito del lanzamiento de SeLFIES en Portugal en este momento.
*Hernández-Pacheco A., Carcache R., Ramos A., Saving for Retirement Through Consumption; An Application for Portugal.
¿Cómo prevén que pueden funcionar los SelFIES en un contexto de alta inflación anual crónica?
El autor, Arun Muralidhar, contesta:
Los SeLFIES son bonos reales con pagos reales fijos para protegerse de la inflación y de los cambios en el nivel de vida. Si los SeLFIES están indexados al nivel de vida o incluso sólo a la inflación, proporcionarán pagos futuros que tendrán en cuenta la alta inflación. Dado que la planificación de la jubilación requiere la gestión de riesgos clave a lo largo de 40 a 60 años, los SeLFIES tienen en cuenta estos riesgos en su diseño.