Óscar González: "Hay que interpretar el envejecimiento en positivo y explotar las oportunidades"

Óscar González Benito, director-gerente de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, Catedrático en el área de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Salamanca, ofreció una ponencia titulada "CENIE en busca de un modelo de calidad de vida para las personas mayores", en la que habló sobre el proyecto conjunto de la Universidad de Salamanca, el CSIC y centros de estudios de Portugal sobre los cambios sociales relacionados con los nuevos mayores.

–¿Qué es el Centro Internacional sobre el Envejecimiento?

–El CENIE es una iniciativa promovida desde la Fundación General de la Universidad de Salamanca en la que colaboramos con la Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y con otras dos instituciones portuguesas, que son la Universidad del Algarve y la Dirección General de Salud. Lo que pretendemos es plantear una respuesta positiva a la nueva realidad sociodemográfica caracterizada por un envejecimiento poblacional. Se trata de afrontar esta nueva realidad demográfica de una manera constructiva, positiva, tratando de compatibilizar esa modificación en la pirámide demográfica con la calidad de vida de los mayores y del entorno.

–¿Qué programas se desarrollan desde el CENIE?

–Promovemos distintos programas formativos, de investigación, innovación y divulgación para tratar de sensibilizar a la población y también promovemos el desarrollo de innovaciones y de investigación para ese objetivo de calidad de vida.

–¿Qué actividades concretas realizan?

–Tenemos un programa divulgativo y científico importante. Por ejemplo, organizamos periódicamente lo que llamamos "Conversaciones en Salamanca", donde participan investigadores de primer nivel internacional en materia de envejecimiento. El año pasado organizamos las Jornadas sobre Envejecimiento y Discapacidad junto con el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad de la Universidad de Salamanca. Todas estas actividades se hacen para sensibilizar a la población sobre la importancia de trabajar en materia de envejecimiento, longevidad y de calidad de vida para esa longevidad. Promovemos también iniciativas de investigación. En estos momentos, están en curso 33 proyectos de investigación integrados en 12 proyectos multidisciplinares. Seis de ellos van de la mano de la Fundación General de la Universidad de Salamanca y otros seis de la mano de la Fundación General CSIC. Abordan distintas temáticas desde el punto de vista biosanitario, psicosocial, de ingeniería y de economía en relación con el envejecimiento. También organizamos encuentros de investigadores y hemos financiado otros cuatro proyectos innovadores para jóvenes investigadores. También se hace un gran esfuerzo de difusión y divulgación. Nuestra plataforma digital ha recibido 750.000 visitas en dos años de más de 190 países y con 10.000 horas de visualización.

–Zamora será zona de investigación aplicada de uno de los proyectos del CENIE, ¿en qué consiste ese proyecto?

–Se denomina "Juntos damos más vida a Zamora" y pretende centrarse en dos focos dentro de la ciudad de Zamora, primero los mayores, centrado en esa idea de calidad de vida, y luego en el resto de la población para sensibilizar, cambiar la percepción habitual que tiene el envejecimiento y trabajar en esa compatibilidad entre el envejecimiento y la calidad de vida de la población.

–¿Cuándo se empezará a trabajar en Zamora?

–Estamos empezando. De momento, hemos suscrito un convenio con el Ayuntamiento de Zamora porque nos parecía importante ir de la mano de las instituciones locales. Estamos socializando las distintas propuestas con asociaciones e instituciones relacionadas con los mayores, y estamos ya trabajando en algunas posibles aplicaciones. Trabajamos en diez ejes claves: educación, ciclo laboral, participación, voluntariado, alianzas intergeneracionales, capacidad financiera, salud, capacidad física, hábitat y cultura. Pretendemos que las actividades aborden de manera transversal o específica estas diez dimensiones en las que impacta de alguna manera el envejecimiento. Por ejemplo, relacionado con la salud, la capacidad física y el hábitat, uno de los proyectos de investigación que estamos financiando actualmente se centra en el desarrollo de sistemas tecnológicos no invasivos, basados en inteligencia artificial para monitorizar y detectar modificaciones en la actividad cotidiana de las personas de avanzada edad. Pretendemos que ese proyecto se aplique en la ciudad de Zamora implantando sensores o solicitando una colaboración para testar sensores de actividad diaria de las personas mayores, que ayude de alguna manera a orientar sus comportamientos hacia un enfoque más saludable. También estamos trabajando con otros investigadores para utilizar Zamora para diagnosticar y testar tratamientos no invasivos para la sarcopenia, que es una alteración que supone una pérdida de masa muscular que limita la actividad y que tiene especial incidencia en las personas mayores. De momento, son proyectos incipientes a los que les estamos dando forma.

–¿Por qué se ha elegido Zamora?

–Zamora es parte del ámbito de la Universidad de Salamanca y por tanto, uno de los escenarios que pretendemos abordar. Este proyecto tiene un gran énfasis en la zona transfronteriza España-Portugal, donde el impacto del envejecimiento es mayor. En Zamora ahora mismo las personas mayores de 65 años superan el 25% de la población. Es una ciudad comparativamente más envejecida, ya que en España la población mayor de 65 años no alcanza el 22%. Estamos hablando de un segmento relevante de población, cada vez más importante conforme a las tendencias demográficas y que además también está suponiendo una modificación en cuanto a la percepción tradicional de los mayores. El estereotipo social de los mayores como una fase final de retirada está cambiando completamente y lo estamos evidenciando día a día. El segmento de mayores es un segmento cada vez más activo, con más actividad, que quiere aprender, formarse, viajar y participar, y esa es la actitud positiva hacia el envejecimiento que tratamos de promover desde el CENIE y desde este proyecto en Zamora.

–¿El envejecimiento puede ser una oportunidad de desarrollo?

–Esa es la realidad que trata de potenciar el CENIE. Quizá estamos muy acostumbrados a hablar del envejecimiento como un problema por las implicaciones que tiene. Los sistemas públicos de salud y de pensiones se basan en el equilibrio entre población activa y pasiva y el cambio de la pirámide demográfica supone un desafío. Nuestro punto de partida es que una de las causas más importantes del envejecimiento es una mayor longevidad y esto es un éxito social. La motivación del CENIE es interpretar ese envejecimiento en positivo y tratar de explotar las oportunidades. Hay que hacer que ese envejecimiento sea una oportunidad y sea compatible con la calidad de vida, pero además el segmento de mayores constituye una oportunidad que hay que explotar desde el punto de vista económico y social.

–¿Qué puede suponer el proyecto para Zamora?

–Esperamos que suponga un cambio en la mentalidad y la sensibilización social y pretendemos promover actividades de investigación o de implantación de innovaciones en el ámbito de los mayores y que Zamora pueda ser pionera en ese ámbito.