El 35 % de los casos de alzhéimer se pueden atribuir a nueve factores de riesgo modificables. Controlar la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, la depresión, la inactividad cognitiva, la hipoacusia, y el aislamiento social pueden potencialmente prevenir entre 1 y 3 millones de casos en el mundo, informa la Sociedad Española de Neurología (SEN), en el marco del Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer, 21 de septiembre.
Alzhéimer, algunos datos relevantes en España, según la SEN:
La Enfermedad de Alzheimer es, no es solo la principal causa de demencia en todo el mundo, sino también la patología que mayor discapacidad genera en personas mayores en España y, por lo tanto con uno de los mayores gastos sociales.
En España, la SEN calcula que el coste medio de un paciente con alzhéimer oscila entre 17.100 y 28.200 euros paciente/año. Un coste, que aumenta con el empeoramiento cognitivo, llegando hasta los 41.700 euros en los casos graves y, en los que una parte de los pacientes precisan institucionalización.
Teniendo en cuenta todos los niveles de gravedad, la SEN estima que el coste total en España del tratamiento del Alzheimer, en pacientes mayores de 65 años, es de unos 10.000 millones de euros anuales, lo que viene a representar el 1,5 % del producto interior bruto nacional.
El alzhéimer en el mundo
En 2015 había alrededor de 47 millones de personas con demencia en el mundo y, de acuerdo con las proyecciones de población, si la prevalencia de demencia actual se mantiene constante, en el año 2050 habrá alrededor de 130 millones de personas.
En España, entre un 3 y un 4 % de la población de entre 75 y 79 años está diagnosticada de alzhéimer, unas cifras que aumentan hasta el 34 % en mayores de 85 años.
Además, la SEN estima que alrededor del 15 % de la población mayor de 65 años padece deterioro cognitivo leve y que, en el 50 % de los casos, sería debido a la enfermedad de Alzheimer.
Actuaciones contra el alzhéimer
“La enfermedad de Alzheimer es la primera causa de demencia neurodegenerativa en el mundo y supone un problema sanitario de primer orden. Además, debido a que es una enfermedad cuya prevalencia aumenta exponencialmente a partir de los 65 años, ante el progresivo envejecimiento de la población española, urge el desarrollo de políticas sanitarias destinadas a garantizar el adecuado diagnóstico y acceso a los tratamientos presentes y futuros en nuestro país, así como la puesta en marcha de registros nacionales que permitan precisar su verdadera prevalencia e incidencia”, señala el doctor Juan Fortea, coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El infradiagnóstico del alzhéimer impide que se puedan instaurar precozmente tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que ralentizan el deterioro cognitivo y controlan los trastornos conductuales, ya que existen fármacos que consiguen mantener durante un tiempo el estado neuropsicológico y funcional del paciente.
En todo caso, informa la SEN, debido a que los fármacos disponibles actualmente para la enfermedad de Alzheimer sólo consiguen enlentecer la progresión de los síntomas, y no se disponen en el momento actual de fármacos modificadores de la enfermedad eficaces para reducir su gravedad y restaurar la función cognitiva, la intervención sobre los factores de riesgo modificables de la enfermedad constituye en el momento actual una de las alternativas más eficaces para la prevención activa de la misma y la reducción de su incidencia.
Pese a los importantes avances que se han producido en los últimos años, la etiopatogenia de esta enfermedad sigue sin estar aclarada. Menos del 1 % de los casos son genéricamente determinados. Esto significa que el 99 por ciento son casos esporádicos en los que, por lo que se sabe hasta ahora, la enfermedad se origina por una interacción entre una predisposición genética y factores ambientales como nuestro estilo de vida.
“No solo urge impulsar planes de prevención primaria, principalmente con un mayor control de los factores de riesgo vascular y un estilo de vida más saludable en general, sino también invertir en lograr un mayor conocimiento de la fisiopatología de esta enfermedad que facilitaría el desarrollo de fármacos más eficaces”, valora el doctor Fortea.
Fuente: EFE Salud