El trabajo analiza las oportunidades que puede ofrecer el sector servicios y el sociosanitario en particular para residentes no permanentes en nuestro país. La bondad de nuestro sistema de salud resulta condición necesaria y el capital social del que se dote el país puede ser la condición de suficiencia. Se repasa el atractivo de los servicios asistenciales del país desde la óptica de la libre movilidad europea, su coste efectividad relativo en tarifas y resultados y se focalizan algunos retos pendientes para apalancar mejor un futuro floreciente para el turismo sanitario.
El rol de los servicios sanitarios enfocado a pacientes extranjeros tiene una doble vertiente. Por un lado, pueden ser un polo de atracción de pacientes extranjeros de otros países que buscan una solución médica a buen precio y de buena calidad en otro país. En tal caso, el resultado final del desplazamiento se valora principalmente en términos médicos. A este tipo de desplazamiento se le denomina en ocasiones “turismo sanitario”.
Por otro lado, los servicios sanitarios pueden considerarse una infraestructura (un input intermedio) para mejorar la competitividad del sector turístico de un país, o su reclamo como posible destino, de residencia no permanente de ciudadanos extranjeros. El objetivo final del desplazado/turista, no es la asistencia sanitaria, pero, sin haberlo planificado, el turista o residente no permanente puede requerir de dichos servicios. Éstos, devienen un input indispensable para aumentar el turismo y la residencia de extranjeros en nuestros países. Forma parte de las infraestructuras propias del llamado capital social (Putnam) con el que las sociedades construyen un entorno amable y seguro en sus relaciones cotidianas y se hacen atractivas a los visitantes. Un factor de crecimiento económico que muchos autores ya detectan como de mayor relevancia que el capital físico e incluso tecnológico, al ser más idiosincrático y menos ‘comerciable’ e importable entre fronteras, acompañando ciertamente las condiciones geofísicas y climáticas.
La calidad de los servicios sanitarios, señalan muchos autores, es un factor de crecimiento económico de mayor relevancia que el capital físico e incluso tecnológico, al ser más idiosincrático y menos ‘comerciable’ e importable entre fronteras, acompañando ciertamente las condiciones geofísicas y climáticas.
Servicio asistenciales para turistas/residentes no permanentes
La gama de servicios sanitarios puede ser muy diferente según se esté captando pacientes de otros países (turismo sanitario) o se esté proporcionando un servicio básico a turistas y/o residentes no permanentes.
∙ Turismo sanitario
El turismo sanitario lleva implícita cierta planificación y, por lo tanto, un tipo de patología o necesidad asistencial no urgente, relativas a contingencias que no suelen cubrir los seguros sanitarios públicos del Sur de Europa (como terapias en balnearios, tratamientos estéticos, wellness, medicina del deporte, cirugía plástica, cirugía electiva, rehabilitación post traumática o reproducción asistida, por ejemplo).
Para este tipo de servicios, la provisión por parte del sector privado es la más frecuente. Se estima que en 2014 se desplazaron unos 25.000 turistas a tratarse en hospitales a España, sin contar con el tratamiento a balnearios. Gastaron en torno a 500 millones de euros en asistencia sanitaria, sin contar otros gastos relacionados con la estancia (hoteles, desplazamientos, etc.). Este tipo de turista, gasta en torno a 8 y 10 veces más que un turista medio. Sobre el turismo de Wellness, puede encontrarse información reciente, con enfoque europeo e información específica de Portugal y España, en M.Peris-Ortiz y J. Álvarez-García (eds.) 2015. Health and Wellness Tourism Emergence of a New Market Segment. Springer.
Se estima que en 2014 se desplazaron unos 25.000 turistas a tratarse en hospitales a España, sin contar con el tratamiento a balnearios. Gastaron en torno a 500 millones de euros en asistencia sanitaria, sin contar otros gastos relacionados con la estancia (hoteles, desplazamientos, etc.).
∙ Turistas/residentes no permanentes
Los servicios sanitarios requeridos por turistas o residentes, tienen más que ver con contingencias comunes (derivadas de enfermedades nuevas o preexistentes) y accidentes sobrevenidos. Suelen cubrirse por seguros médicos específicos para desplazados (seguro de viaje), o por el seguro público del país de origen, mediante el cumplimiento de acuerdo bilaterales entre Estados, o mediante la normativa europea existente (para originarios europeos).
Al margen de lo que ocurre entre pacientes de países europeos, la asistencia a extranjeros suele requerir una certificación específica de los hospitales que proveen servicios asistenciales (como la acreditación de la Joint Commission).
El caso especial de Europa
En Europa, es de aplicación la Directiva 2011/24/EU para la atención sanitaria transfronteriza. Según ésta, cualquier desplazado tiene los mismos derechos de cobertura (aseguramiento) que tiene en su país de origen. Es decir, si es alemán, en cuyo caso puede que tenga cobertura para asistencia en balnearios, podrá optar a este tipo de servicio en España/Portugal.
Independientemente de qué cobertura tenga el Europeo en su país de origen, el sistema público de España/Portugal no tiene porqué variar su organización, ni filtros de acceso, ni gama de servicios, ni guías clínicas, a ningún extranjero. Siguiendo con el ejemplo anterior, un alemán tendrá cubierto el servicio de balneario, pero si el SNS de España/Portugal no lo provee (no lo cubre) no tiene obligación de proporcionárselo a un turista/residente europeo.
El mecanismo de financiación consiste en que al paciente europeo se le cobra por el servicio en el momento de la prestación, de acuerdo con las tarifas del proveedor. El paciente debe tramitar su reembolso en el país de origen, en el que normalmente se le aplican las reglas de cobertura del mismo país. En algunos casos, el país de origen puede solicitar una autorización previa de cobertura en el extranjero1.
En resumen, en líneas generales, la Directiva 2011/24/EU establece que, a efectos de financiación (cobertura), prevalece la que exista en el país de origen del extranjero. A efectos de provisión, prevalece la provisión existente en España y Portugal, a nivel público y privado.
La normativa europea establece que, a efectos de financiación (cobertura), prevalece la que exista en el país de origen del extranjero. A efectos de provisión, prevalece la provisión existente en España y Portugal, a nivel público y privado
Esta directiva entró en vigor el 24 de abril de 2013 y debía ser incorporada por los Estados miembros el 25 de octubre de 2013, y previó un informe (en su artículo 20) publicado el 4 de septiembre de 2015, incluyendo el estado de la transposición, la movilidad de pacientes, las prácticas de reembolso, la información a los pacientes y la cooperación en el marco de la Directiva.
En relación a la transposición de la Directiva, el informe destaca el elevado número de incidencias y dificultades de implantación. Los flujos de pacientes que son atendidos en el extranjero en virtud de la Directiva son bajos, según dicho informe, El informe sólo recoge informes de solicitud de autorización previa de 17 de los 21 Estados miembros, con un total de 560 solicitudes de autorización (360 de las cuales fueron concedidas). Además, Francia declaró haber concedido 57.000 autorizaciones (incluyendo autorizaciones relativas a Reglamentos sobre Seguridad Social).
En relación a los tratamientos sin autorización, Finlandia reembolsó 17.142, Francia notificó 422.680 y Luxemburgo 117.962 (incluyendo autorizaciones relativas a Reglamentos sobre Seguridad Social).
Una de las dificultades de cumplimiento efectivo de la disposición, que se agrava para la personas mayores, es el relativo al principio de reconocimiento mutuo de las recetas médicas entre los Estados miembros. La Directiva de Ejecución 2012/52/EU establece la lista de elementos que deben figurar en las recetas transfronterizas, como es el caso de la exigencia del uso de la “denominación común” del producto (que corresponde, en la práctica, a la denominación común internacional en el caso de la gran mayoría de productos).
En conclusión, el nivel de movilidad de los pacientes que viajan al extranjero para recibir asistencia programada (tanto con arreglo a la Directiva como en virtud de los Reglamentos sobre Seguridad Social), sigue siendo bajo (excepto en Francia, 1El Artículo 8, apartado 2, letra a), de la Directiva autoriza a los Estados miembros a hacer uso de un sistema de autorización previa para la asistencia sanitaria que está sujeto a imperativos de planificación cuando suponga pernoctar al menos una noche en un hospital o que exija el uso de infraestructuras o equipos médicos especializados y costosos. El artículo 8 también, apartado 2, letras b) y c), los autoriza a exigir una autorización previa ara tratamientos que exponen al paciente o a la población a un riesgo particular, o para cuidados dispensados por un prestador de asistencia sanitaria que suscite dudas graves relacionadas con la calidad y la seguridad de la asistencia sanitaria. Sin embargo, en la práctica, los sistemas de autorización previa de basan casi enteramente en el artículo 8, apartado 2, letra a).
El nivel de movilidad de los pacientes que viajan al extranjero para recibir asistencia programada sigue siendo bajo (excepto en Francia, Luxemburgo, Finlandia y Dinamarca). Aunque parece ser mucho más alto cuando se trata de asistencia sanitaria no programada. Según el informe de la Comisión, parte de estas cifras tan bajas se podría explicar por la tardanza en aplicar la Directiva, o en la falta de información de los pacientes sobre capacidad de reembolso. Puede también que la demanda natural de asistencia sanitaria transfronteriza sea relativamente baja por varias razones: los pacientes son poco propensos a viajar (por ejemplo, para no alejarse de las familias en procesos asistenciales), por barreras lingüísticas; diferencias de precio entre Estados miembros (baremos de reembolso inferiores a los aplicados en el Estado de procedencia), requisitos administrativos y procesos de autorización engorrosos, y plazos de espera en los países de destino.
El nivel de movilidad de los pacientes que viajan al extranjero para recibir asistencia programada sigue siendo bajo (excepto en Francia, Luxemburgo, Finlandia y Dinamarca)
Retos a tener en cuenta para fomentar los servicios sanitarios para personas mayores
- Las personas mayores tienen un tipo de patología más crónica y pluripatológica. Esto implica una mayor relevancia, para una asistencia efectiva, de la transversalidad de los servicios: buena coordinación entre especialidades y niveles asistenciales, y entre servicios sociales y sanitarios. Es importante implantar estas características en España y Portugal para poder ser competitivos en la atracción de este tipo de población, pues no es una reorganización que se pueda implantar de forma ad-hoc para pacientes extranjeros;
Es importante implantar en España y Portugal, para poder ser competitivos y fomentar los servicios sanitarios para personas mayores extranjeras, una buena coordinación entre especialidades y niveles asistenciales, y entre servicios sociales y sanitarios
- La dependencia física de este grupo poblacional para la realización de parte de sus actividades diarias y para desplazarse debe contemplarse (incapacidad para conducir, por ejemplo). Requiere de una red extra-sanitaria organizada.
- Los progresos de la tecnología pueden proporcionar una mayor implantación de la telemedicina (incluidas las farmacias en línea) y de integración de la historia clínica (electrónica). No hay una normativa sobre este intercambio de información y es por lo tanto una asignatura pendiente. En todo caso, adecuadamente legislada, puede brindar una oportunidad a los desplazamientos al hacer la asistencia mucho más eficiente.
- Los hospitales y resto de proveedores deben pasar las acreditaciones y controles de calidad conocidos (como el de la Joint Commission). Los protocolos en relación a prótesis y otros dispositivos es igualmente importante que vean sus normativas homogeneizarse.
- Los dispositivos tienen que ser más flexibles en respuesta a las demandas estacionales, contraviniendo en su caso los períodos de vacaciones convencionales de sus profesionales
- Es importante resolver problemas de barreras lingüísticas, especialmente entre una población mayor, con menor conocimientos en lenguas que generación es más jóvenes.
- La calidad hotelera de algunos hospitales en el Sur de Europa deben mejorarse para ser competitivos
- Los proveedores deben asegurar una capacidad de facturación, o de respaldo de la administración sanitaria, de manera que la asistencia a extranjeros en ningún caso suponga un coste para el hospital.
- La adaptación de las carteras de servicios en España y Portugal debe ser competitiva respecto a la del resto de países que buscan atracción de pacientes extranjeros.
En los orígenes del turismo está su propia concepción como actividad saludable unida a la búsqueda del sol y el mar. En el siglo XVIII comenzaron los viajes a los centros termales, antecedentes tanto del turismo de salud como del turismo de masas, dado que los primeros viajes hacia las playas comenzaron también inducidos por las cualidades saludables del agua del mar. El turismo de salud suele referirse a tratamientos termales, talasoterapia y tratamientos marinos y vacaciones de belleza y salud. Se trata tanto de oferta especializada en el producto como complemento en hoteles de ciudad o en otros. El turismo sanitario o médico puede ser para someterse a un tratamiento tanto por motivos de urgencia como estéticos y reproductivos.
La calidad de vida de las personas mayores mejora mediante la participación en viajes y la realización de actividades turísticas, conectando con otros ambientes y accediendo a los bienes culturales. Además de promover el envejecimiento activo, los programas que fomentan el turismo social dirigidos a las personas mayores favorecen la creación o mantenimiento del empleo en el sector turístico, con especial incidencia en el hotelero, durante la denominada temporada baja, contribuyendo, con ello, a paliar la estacionalidad tan característica en este sector.
Los desplazamientos invernales de jubilados tanto españoles como europeos no son estrictamente turísticos, aunque sí responden a la búsqueda de una mejor calidad de vida en la que la salud tiene un componente fundamental. El principal motivo para el traslado suele ser el climático, pero solo se comprende si se relaciona con un estilo de vida saludable y la posibilidad de realizar actividades al aire libre. El segundo motivo en orden de importancia es la búsqueda de una mejor calidad de vida, en realidad, un factor de empuje equiparable al clima, aunque sea inferior el número de personas que han contestado directamente en este sentido. La calidad de vida tiene mucho que ver con el estilo de vida mediterráneo: unos tiempos más lentos y relajados, la gastronomía y la vida fuera de la casa.
Está ampliamente aceptado por la comunidad científica que el traslado residencial, más o menos permanente, de las personas con capacidad económica y posibilidad de libre circulación está motivado por la búsqueda de una mejor calidad de vida basada en la oportunidad de realizar actividades de ocio con unos buenos servicios asistenciales y sanitarios en un contexto social y medioambiental agradable
Gracias a numerosos estudios en distintas partes del mundo está ampliamente aceptado por la comunidad científica que el traslado residencial, más o menos permanente, de las personas con capacidad económica y posibilidad de libre circulación está motivado por la búsqueda de una mejor calidad de vida basada en la oportunidad de realizar actividades de ocio con unos buenos servicios asistenciales y sanitarios en un contexto social y medioambiental agradable. A partir de esta certeza, los destinos residenciales pueden tomar ventaja de las infraestructuras ya construidas y de las facilidades que el turismo ha ayudado a crear y financiar para ponerlas al servicio de las personas mayores. Para ello el sistema de salud público tiene que reforzarse ante la llegada de usuarios mayores que demandarán asistencia sanitaria de calidad y se deben fortalecer las normas administrativas para la compensación del gasto sanitario entre comunidades autónomas y también entre distintos Estados europeos.
El desarrollo de infraestructuras sanitarias en regiones especializadas durante décadas en la economía turístico-inmobiliaria es una de las escasas vías que estas sociedades encuentran hoy para fomentar un empleo de calidad y generar retroalimentaciones positivas con el entorno más amplio en el que se insertan.
Dicho esto, y para el caso del sudeste de España, debe advertirse que cualquier iniciativa debe tener en cuenta la intensidad con la que la actividad inmobiliaria ha penetrado en la práctica totalidad de los espacios sociales, políticos, económicos, culturales y naturales, enarbolando el desarrollo turístico como un pretexto para fomentar la construcción masiva de viviendas de escasa calidad, saturando el suelo urbanizable, degradando el medio ambiente y generando un monocultivo económico muy difícil de reorientar hacia sendas de prosperidad social. La persistencia mostrada durante años por estas formas de actuación ha contado con la connivencia de responsables políticos locales, promotores inmobiliarios y, también, con algunos empresarios turísticos que, a la vista de los acontecimientos, han dirigido una parte de sus inversiones hacia el negocio del ladrillo. Tras el colapso producido entre 2007 y 2008, los municipios que apostaron más claramente por estas dinámicas son los que menos margen de maniobra tienen ahora para encontrar vías de desarrollo aceptables.
Por lo tanto, resulta difícil no pensar que es muy factible que los planes de implantación de estructuras empresariales dedicadas a la salud se pongan al servicio de las lógicas ya apuntadas, integrando la “geriatrización” de los destinos como una vía por la cual seguir alimentando el modo de producción turístico-inmobiliario. La expresión turismo residencial, más que una tipología residencial o turística, se ha convertido en una etiqueta publicitaria que el marketing inmobiliario emplea para justificar la reproducción de las inercias conocidas.
Resulta difícil no pensar que es muy factible que los planes de implantación de estructuras empresariales dedicadas a la salud se pongan al servicio de las lógicas económicas pasadas, integrando la “geriatrización” de los destinos como una vía por la cual seguir alimentando el modo de producción turístico-inmobiliario
Al considerar cuáles son las características de la mayor parte de los trabajadores expulsados del sector del ladrillo, y asumiendo que estas regiones se presentan como espacios turísticos, parece más conveniente tratar de reorganizar el tejido económico fomentando el desarrollo de proyectos empresariales auténticamente turísticos, sostenibles desde un punto de vista social, económico y ambiental, capaces de generar empleo turístico formal. En cambio, las propuestas que busquen “sinergias” con lo que los promotores inmobiliarios llaman turismo residencial, van a alimentar de forma más o menos directa la ya desproporcionada economía informal existente alrededor de la explotación irregular de un volumen de viviendas secundarias y vacías que en muchos municipios (la mayoría en el caso del litoral alicantino) supera el 50% del total de las viviendas registradas en el Censo.
Mi opinión sería más positiva si cuando se habla de turismo de larga estancia (frente a los desplazamientos frecuentes y de corta duración, generadores de mayor polución atmosférica) no se hiciera alusión a estancias en viviendas privadas sino a las que se producen en alojamiento turístico reglado. Pero, después de estudiar en profundidad las conexiones que se fraguan en la España mediterránea entre el turismo, la urbanización y la movilidad residencial, no soy muy optimista al respecto.
El turismo aporta al PIB español un 12,4% (INE, 2019), su impacto económico y social es indiscutible. Es necesario analizar el tipo de turismo que recibimos y establecer un plan estratégico que permita incrementar las externalidades positivas y aumente el valor añadido que genera este sector.
Por otro lado, el envejecimiento de la población es una realidad en los países desarrollados, particularmente en Europa, las personas de 65 años o más, representarán el 31,3 % de la población europea (EU-27) en 2.100 (Eurostat Statistics Explained, 2019).
España se configura como uno de los principales destinos turísticos de Europa, el 80,9% de los turistas que recibe España provienen de países europeos (INE, 2019). Estas realidades ponen sobre la mesa la oportunidad de ofrecer un turismo que utilice los recursos sanitarios como un reclamo turístico diferenciador de otros destinos, que permita a las personas mayores disfrutar de su estancia en España haciendo uso de un nivel asistencial de calidad. La cualificación de los profesionales sanitarios y su saber hacer junto con los equipamientos sanitarios permiten a España posicionarse como un destino ideal donde se combinen el disfrute de los recursos turísticos tradicionales; el clima, la gastronomía, las playas y la oferta cultural con una asistencia sanitaria de calidad que permita a la economía española especializarse en un turismo de alto valor añadido.
La cualificación de los profesionales sanitarios y su saber hacer junto con los equipamientos sanitarios permiten a España posicionarse como un destino ideal donde se combinen el disfrute de los recursos turísticos tradicionales; el clima, la gastronomía, las playas y la oferta cultural con una asistencia sanitaria de calidad que permita a la economía española especializarse en un turismo de alto valor añadido
Referencias bibliográficas
Eurostat Statistics Explained (2019). https://ec.europa.eu/eurostat/statistics- explained/index.php?title=Population_structure_and_ageing/es#Tendencias_pasadas_y_futur as_del_envejecimiento_de_la_poblaci.C3.B3n_en_la_EU-27
INE (2019). Cuenta satélite del turismo de España. https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736169169& menu=ultiDatos&idp=1254735576863#:~:text=El%20peso%20del%20turismo%20alcanz%C3% B3,%2C9%25%20del%20empleo%20total.
INE (2019). Movimientos turísticos en fronteras. https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10822