Cuando se analizan las pensiones por comunidades autónomas, sorprende su dispersión en términos de tamaño y sostenibilidad. El sistema español de pensiones contributivas es un sistema de reparto, redistributivo y solidario y tiene dos mecanismos de redistribución. El de redistribución de las prestaciones se basa en los complementos a las pensiones mínimas y en los topes a las pensiones máximas. Su capacidad de redistribución es limitada. El mecanismo de redistribución de las cotizaciones (contribuciones) es más potente y obedece a las diferencias territoriales en edad, mercado de trabajo, y número de trabajadores afiliados por cada pensionista. Este último mecanismo es el responsable de la distribución desde las autonomías más jóvenes hacia las más envejecidas, sean ricas o pobres. Ninguna diferencia puede atribuirse a normativas autonómicas, ya que es estatal, sino a la demografía y economía de cada territorio.
Si analizamos las diferencias en la cuantía de la pensión media anual observamos la gran diferencia entre los 15.996 euros del País Vasco y los 10.719 de Extremadura. Diferencia justificada por los mayores salarios y productividad del País Vasco y por la mayor duración de la vida laboral. La pensión media anual de Andalucía, de 11.572 euros, se sitúa en penúltimo lugar. Más sorprendentes son las diferencias en la suficiencia y sostenibilidad de las pensiones por territorios. Tan sólo en cuatro comunidades autónomas el valor de las cotizaciones es superior al de las pensiones: Madrid (2.074 millones de euros), Baleares (507), Murcia (232) y Canarias (165). El resto de las comunidades autónomas son deficitarias: Galicia (-3.013 millones de euros), Castilla y León (-2.877), Asturias (-2502), Andalucía (-1.800), Cataluña (-2.848) y País Vasco (-2.213).
Entre las comunidades autónomas que tienen superávit se encuentran regiones pobres como Murcia y Canarias, y entre las deficitarias regiones ricas como el País Vasco y Cataluña.
Si el cálculo lo hacemos en términos de déficit por cotizante, los mayores los encontramos en Asturias (-7.012), Galicia (-3.094), Cantabria (-3,376). Pero también el del País Vasco (-2.400), y el de Cataluña (-874), superiores ambos al de Andalucía (-614).
Como podemos comprobar la distribución territorial no es de regiones ricas a pobres, sino de jóvenes a envejecidas. Desde regiones que tienen un alto ratio de trabajadores afiliados con respecto a pensionistas hacia aquellas que tienen un ratio bajo. Madrid (2,6), Baleares (2,6), Canarias (2,4) y Murcia (2,2) tienen más de dos trabajadores por pensionista. Asturias (1,2), Galicia (1,3), y Cantabria (1,5) apenas tienen un trabajador por pensionista. El País Vasco (1,7) , Cataluña (1,9) y Andalucía (1,9) tampoco alcanzan la suficiencia.
El actual sistema de pensiones contributivas español no es sostenible financieramente. El fondo de reserva para las pensiones está reduciéndose en 18.000 millones de euros anuales. La demografía va a empeorar en un futuro próximo. El reciente fracaso del pacto de Toledo es una muestra de la irresponsabilidad de los partidos políticos para hacer frente a uno de los principales problemas que acechan a las próximas generaciones.
Fuente: El Diario de Sevilla