España es el segundo país menos preparado para enfrentarse a los problemas demográficos que llegarán en un futuro cercano. Varios motivos justifican este puesto en el ránking mundial.
A estas alturas no es ningún secreto que España tiene un importante reto demográfico por el envejecimiento de su población. Nuestro país ocupa la segunda posición a la colaa nivel mundial entre los peor preparados para afrontar este desafío. Es una de la principales conclusiones del Estudio Anual de Preparación para la Jubilación que Aegon ha realizado por séptimo año consecutivo.
Este trabajo mide el nivel de compromiso que contraen los trabajadores en la planificación de la jubilación. Para ello, tiene en cuenta un índice, denominado el ARRI (Aegon Retirement Readiness Index, por sus siglas en inglés) que elabora una puntuación anual basada en las respuestas a seis preguntas.
Las tres primeras son relativas a la actitud en general del trabajador: 1.) ¿Hasta qué punto se siente usted responsable de asegurarse de que tendrá suficientes ingresos cuando se jubile?; 2.) ¿Cómo calificaría su nivel de concienciación sobre la necesidad de planificar financieramente su jubilación? y 3.)¿En qué grado es usted capaz de comprender los aspectos financieros relacionados con la planificación de su jubilación?).
Otras tres cuestiones van destinadas a analizar la conducta de cada empleado: 4.) Teniendo en cuenta su propio proceso de planificación, ¿en qué grado de desarrollo diría que se encuentran sus planes personales para la jubilación?; 5.) Si piensa en el dinero que está apartando para su jubilación, ¿cree que está ahorrando lo suficiente?; 6.) ¿Cree que conseguirá los ingresos que piensa que necesitará cuando se jubile?.
Con las repuestas a estas preguntas, España obtiene una puntuación baja, de 5,1 puntos, sin ninguna mejora respecto a la del año pasado. Ocupa así la segunda peor posición entre los 15 países analizados procedentes de Europa, Asia, América y Australia (ver gráfico).
Este ejercicio, los trabajares españoles sacan peor nota respecto a 2017. Y es que solo el 9% ha obtenido una puntuación alta frente al 12% del ejercicio pasado. En cambio, el porcentaje de empleados con baja puntuación en la preparación para la jubilación se mantiene estable, en el 66%, frente al 65% de 2017.
1. Escasa planificación
Con las respuestas dadas, los expertos tienen claro que hay varios motivos que justifican la posición negativa que ocupa nuestro país en el ránking. Por un lado está la escasa planificación de la población española: junto a Polonia (21%), España (27%) tiene un porcentaje menor que el de cualquier otro país en función de los trabajadores que ahorran habitualmente para la jubilación.
Sólo algo más de la cuarta parte, el 27%, ahorra de manera ocasional y el 15% no ahorra nada en la actualidad. Además, un tercio de los de trabajadores españoles, el 32%, no ha ahorrado nunca, frente a una cuarta parte del global (25%).
2. Tímidos conocimientos financieros
Un factor adicional que tiene mucho que ver con la posición que ocupa España en este ránking es la escasa cultura financiera que hay en la sociedad. Aunque el estudio deja claro que los escasos conocimientos se concentran en determinados grupos.
Así, a pesar de que el 32% de los españoles responde correctamente a las tres preguntassobre cultura financiera, este porcentaje disminuye al 25% entre las mujeres, al 20% entre los millennials, al 23 % entre las personas que no poseen estudios universitarios y al 24% entre las que tienen bajos ingresos.
3. Cambios urgentes en el sistema
Y por último, el informe apunta que es necesario hacer reformas para que las personas puedan ahorrar de manera más fácil. Los españoles tienen clara la necesidad de que haya cambios en el sistema para permitir la sostenibilidad del mismo.
Entre los encuestados sobre qué acción debería tomar el Estado para corregir el coste creciente de la Seguridad Social, la opinión más generalizada, la del 47% de los españoles, es que debería incrementar la dotación financiera global de la Seguridad Socialaumentando los impuestos sin tener que reducir el importe de los pagos individuales.
Pero el problema es más complejo, según los expertos, que creen que junto a esta medida es urgente que la gente invierta una proporción mayor para su jubilación. A su entender, las características de la inclusión automática en planes de contribución definida en el trabajo son muy prometedoras en los países en los que se han implementado.
El estudio de Aegon analiza esta fórmula, en la que los empleados son inscritos automáticamente para que empiecen a ahorrar una parte de su salario y solo tienen que intervenir si deciden no ahorrar. Al 49% de los trabajadores españoles declara que la idea les parece interesante.
Sin embargo, esta sensación se disipa ligeramente entre las mujeres (47%) y entre las personas con bajos ingresos (46%). La diferencia entre estos segmentos es menos pronunciada en España que en otros países, pero hay que destacar que estos segmentos suelen ser más vulnerables si no ahorran lo suficiente para la jubilación, por lo que es más probable que se beneficien de la afiliación automática.
En este contexto, buscar métodos fiables para que las personas comiencen a tener conciencia financiera y estén más concienciados en planificar el ahorro es algo vital para afrontar el reto demográfico. Además, hay que buscar fórmulas para que la población pueda ahorrar para la jubilación de forma fácil y sistemátca. Solo con estos pasos, España abandonará los últimos puestos en el ránking mundial de preparación ante el reto de la jubilación.