El 7,3% de los mayores de 60 años está trabajando
El nivel de ingresos netos se reduce progresivamente con la edad
1 de cada 4 hogares de mayores percibe rentas complementarias provenientes de planes de pensiones, jubilación o seguro de vida.
Evidentemente la calidad de vida está asociada a la salud y a la situación económica de la persona, pero existen otros aspectos a tener en cuenta, como puede ser el tiempo libre del que se dispone, las relaciones sociales o, incluso, el apoyo familiar. En este sentido, es interesante analizar comparativamente la calidad de vida que disponen nuestros mayores teniendo en cuenta no solo su capacidad adquisitiva sino también su autonomía y sus relaciones personales.
Mientras que el 44,4% de los menores de 60 años que contestan a la encuesta son los sustentadores principales de sus hogares, más de 7 de cada 10 mayores de 60 años encuestados lo son en los suyos. La encuesta se ha realizado a partir de respuestas de las personas que telefónicamente se encontraban en el domicilio cuando se realizó la llamada considerando las cuotas de edad establecidas. Eso sí, estos sustentadores suelen vivir en hogares de 2 personas y tienen a cargo a una media de 1,21 personas, mientras que de los sustentadores menores de 60 años, que viven en hogares de 3 personas, dependen 1,93 personas de media de las que 1 suele estar estudiando.
Estos datos indican que, aunque el nivel de ingresos netos sea menor a medida que avanza la edad, las cargas familiares también son menores y, por tanto, la dificultad para llegar a fin de mes de los mayores de 60 años es algo menor que la de los más jóvenes. De hecho, los hogares con más dificultades para llegar a fin de mes son aquellos sostenidos por personas de entre 40 a 59 años, que son los que más personas tienen a su cargo. En cambio, a partir de los 65 años el número de personas que depende de los ingresos del sustentador principal disminuye y eso hace que, a pesar de que los ingresos por las pensiones sean relativamente menores, los mayores tengan menos dificultad para llegar a fin de mes.
La situación laboral, evidentemente, depende en gran medida de la edad. El 61,6% de las personas entre 25 y 59 años está trabajando, el 23,2% está en paro y el 4,6% es estudiante. En cambio, el 75,4% de los mayores de 60 años está jubilado, prejubilado o incapacitado, el 14,7% se dedica a las labores del hogar y sólo el 7,3% está trabajando. Esto es debido a que algunos trabajadores alargan su vida laboral hasta casi los 70 años.
Centrados en los encuestados que se declaran sustentadores principales de su hogar, destaca que el 16,67% de los sustentadores de entre 25 y 59 años está en paro. Mientras que el 85,15% de los sustentadores mayores de 60 años son jubilados, prejubilados o incapacitados.
De entre los trabajadores, destaca que 3 de cada 4 personas entre 25 y 39 años son empleados, es decir, trabajadores por cuenta ajena subordinados. Esta proporción va decreciendo a medida que aumenta la edad, hasta llegar a ser de 1 de cada 3 para los trabajadores de entre 66 y 70 años. Por el contrario, la probabilidad de ser el director de la empresa o autónomo va creciendo conforme aumenta la edad. De hecho, un 7,7% de los trabajadores de entre 60 y 65 años son directores de empresa, mientras que esta cifra disminuye al 2,0% para los trabajadores de entre 40 y 49 años. Por otro lado, 1 de cada 4 trabajadores de entre 60 y 65 años son autónomos, mientras que sólo 1 de cada 10 trabajadores de entre 25 y 39 años los son.
Respecto al nivel de ingresos, al haber más jóvenes activos, los ingresos netos en hogares de menores de 60 años son superiores a los de los hogares de los mayores en media. No obstante, teniendo en cuenta todos los ingresos aportados por toda la unidad familiar, tanto los ingresos de los hogares de menores como de los mayores de 60 años oscilarían entre 1.000€ y 1.500€. El único rango de edad que podría superar los 1.500€ en media sería el que va desde los 25 a los 39 años, a partir del cual los ingresos van descendiendo progresivamente.
No obstante, parte importante de los ingresos netos de los hogares de mayores de 60 años son provenientes de planes de pensiones, jubilación o seguro de vida, ya que el 24,55% estos hogares cuenta con estas rentas complementarias en la actualidad. Esta cifra aumenta hasta 1 de cada 3 hogares en el rango de edad entre los 66 y 70 años. En los próximos años esta cifra aumentará previsiblemente, ya que un gran número de los hogares de menores de 60 años tiene contratado un plan de pensiones o seguro de vida, un 29,52% y 48,57% respectivamente.4
Las administraciones públicas y organizaciones sociales pagan parcialmente el 2,65% de las ayudas cotidianas necesitadas por los mayores de 75 años, un porcentaje menor que para el rango de edad entre 25 y 39 años
Los mayores están muy satisfechos con la adaptación y comodidad de la vivienda
La mitad de los mayores de 60 años conduce. Esta cifra se reduce a menos del 40% en los mayores de 75
El 30,80% de los mayores de 60 años recibe regularmente a una persona para realizar las tareas domésticas en su domicilio o ayudarle en su vida cotidiana. Este porcentaje es especialmente elevado a partir de los 75 años, ya que entre este grupo de edad, casi la mitad de las personas son las que reciben este tipo de ayuda. En cambio, sólo el 12,40 de los menores de 60 años recibe esta ayuda.
El 93,7% de las personas que ayudan a otros en estas tareas perciben dinero por su ayuda. De hecho, casi 9 de cada 10 son pagadas por el beneficiario de esta ayuda o su familia, en concreto un 88,72%. No obstante en algunos casos la Administración Pública o alguna entidad social corre con el pago total o parcialmente. Los rangos de edad que más se benefician del pago total por parte de la Administración Pública o alguna entidad social son los mayores de 75 años y las personas de entre 40 y 49 años. Contra todo pronóstico, el número de beneficiarios de estos dos grupos de edad es muy similar e incluso ligeramente superior en el más joven de ambos. La Administración Pública o alguna entidad social paga íntegramente este tipo de ayuda de un 5,56% de las personas entre 40 y 49 años, frente a un 5,31% de los mayores de 75. Con la ayuda parcial ocurre algo similar, los grupos de edad más favorecidos son los mayores de 75 años y las personas entre 25 y 39 años. Y, como antes, la Administración Pública o entidad social colabora en el pago de este tipo de ayuda de un porcentaje mayor en el grupo de edad más joven (un 3,85% de las personas entre 25 y 39 años, frente a un 2,65% de los mayores de 75).
Estos resultados sorprenden ya que demuestran que, aunque los mayores puedan tener una mayor necesidad de ayuda debido al lógico empeoramiento de su condición física, la Administración Pública o las entidades sociales no ayudan en mayor grado a este grupo de edad que a otros. Así, se explica que los mayores de 71 años, junto con las personas de entre 25 y 39 años, sean los que más ayuda reciban de personas que no les cobran por ello, es decir, principalmente familiares.
Respecto a otros indicadores de la calidad de vida, de la autonomía y del apoyo que reciben las personas, llama la atención que aunque su satisfacción con la adaptación y comodidad de la vivienda es muy elevada, los mayores de 60 años son el grupo de edad que más tiempo pasa fuera de casa con sus amigos o conocidos, sólo superado por el rango de edad de entre 25 y 39 años. Incluso a pesar del posible impedimento que puede resultar de que sólo algo más de la mitad de los mayores de 60 años conduce.
En cuanto al número de personas que tiene contratado un seguro de salud privado, las diferencias no son significativas entre los mayores y los menores de 60 años, pues alrededor rondan entre un 26% y un 21% respectivamente.